Joaquín dijo:

"Hermanos, esencias de lo divino, entren en sintonía con vuestros espiritus, ellos les llevará a la plenitud y serán libres. Sólo a partir de esta libertad, podrán sentir que el Profundo Amor de la conciencia cósmica les habla"

jueves, 14 de abril de 2011

Mensaje de Antarel

Ciudad de Buenos Aires - Argentina


Fecha: 16 enero de 2011


Antena: Hell Aham


¿Qué nos pueden decir sobre este año 2011 y los trabajos a realizar en la Misión? Antarel en comunicación El año 2011 acercará como nunca al planeta hacia los preparativos del 2012, año en el que la Tierra deberá tomar su lugar en el real tiempo del Universo, donde ella tiene asignado un sitio en el comienzo del nuevo tiempo. En mayo habrá actividad en los volcanes y también en las naciones de Europa. Este año como nunca hará que las últimas máscaras se caigan dejando ver la realidad de lo que esconden las fuerzas oscuras que gobiernan sobre los continentes. Más información surgirá sobre nuestra presencia en la historia y también del futuro próximo, pero deberán agudizar vuestro discernimiento porque se mostrará parte de la verdad y parte de falsedad para confundirles y para inculcarles temor al encuentro que se dará entre ustedes y nosotros en el futuro. Por eso no descuiden la preparación, trabajen con vuestro corazón haciendo que cada salida y cada encuentro sea una comunión de corazones, solo así sabrán tomar el camino preciso, porque en los tiempos por venir muchos serán los tentados para que caigan. A finales del año 2011 habrá una autoevaluación de la Misión, esto es que ustedes mismos se vean en un espejo y puedan así evaluarse. También se darán las condiciones para que, aquellos que perseveren, tengan un contacto más cercano con nosotros y con la Hermandad Blanca. Ello es necesario porque los tiempos ya se están cumpliendo y deben estar listos los que tienen que encender la luz que aún falta encender para alumbrar a los otros. Los trabajos de la Misión por ello deberán centrarse más en descubrir y activar el santuario interior, allí donde está la esencia que les enlaza con el Profundo Amor de la Conciencia Cósmica. En Ushuaia deben conectar con el recuerdo de la historia que allí aún se guarda. Irán siete de los que ya han llegado al Paititi y allí en el sur de la tierra conectarán y verán a la Dama, al Espíritu Planetario, que les guiará hacia el contacto con el conocimiento. Prepárense los que vayan para un encuentro con la luz del Padre. Los siete se verán antes de ir, vibrarán al unísono y así irán al encuentro de quien les espera como síntesis de todo lo hecho en la Misión en estos 37 años de tiempo terrestre. Con amor Antarel

lunes, 11 de abril de 2011

Activación Disco Solar Talampaya

ACTIVACIÓN DEL DISCO SOLAR DE TALAMPAYA

De izq a Der: Andrea, Bibi, Nicolás, mauricio, Richard, Sandra, Paola, Julia, sentada Amalia. Atrás la figura piramidal del mogote negro.


Acabo de llegar de La Rioja, provincia argentina donde se halla el impresionante cañón de Talampaya. Este misterioso paraje, reconocido por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad, fue el asiento de perdidas culturas nativas y, viajando aún más en el pasado, escenario de visitas extraterrestres hace millones de años.


Y no exagero con la cifra. De hecho en el Parque Nacional Talampaya se han hallado fósiles de dinosaurios en medio de curiosas formaciones rocosas que se remontan al período Triásico; en otras palabras: los gigantes de la Era Secundaria fue ron la razón de peso que motivó a científicos de otros mundos arribar a esta coordenada para estudiar las primeras especies dominantes de la Tierra. Como muchos recordarán, todo esto tiene que ver con aspectos poco conocidos de Orión dentro de la saga del Plan Cósmico;


informaciones que fueron fluyendo en las últimas experiencias y viajes gracias al aporte y trabajo comprometido de muchos hermanos.


No obstante, el reciente viaje a Talampaya que emprendimos no estaba orientado exactamente a este punto. Dentro de la misma reserva, se encuentra un desconcertante laberinto pétreo bautizado como “Ciudad Perdida” —por la imagen que ofrece al verse desde lo alto—; esta curiosa formación se produjo por abundantes corrimientos de lava en el pasado y una posterior erosión de corrientes de agua. En otras palabras, “Ciudad Perdida”, es el cráter de un apagado volcán. Un cráter de tres kilómetros de diámetro, en cuyo centro se alza el otrora núcleo de semejante portento telúrico:


El Mogote Negro. Según los Guías extraterrestres, bajo esta mole se halla una galería subterránea que protege uno de los discos solares de poder. Frente a todo ello, y bajo la sintonía del agosto simbólico, nuestros hermanos mayores nos convocaron a realizar este viaje, y estar al pie del Mogote Negro la tarde del 8 de agosto para sellar la esperada activación del disco de Ankar, la ciudad intraterrena de Talampaya. Diversos mensajes, recibidos con información exacta por numerosos antenas de diferentes ciudades, fueron confirmando esta tarea que contó, además, con el aval de los Guías a través de la presencia de sus naves.


Como una breve síntesis, debo decir que todas las cosas se dieron de una forma mágica e impactante desde que llegamos a Talampaya el día 7 por la tarde. Los guardaparque fueron a recibirnos y nos dieron todas las facilidades para acampar en el lugar y poder hallarnos en el Mogote Negro a las 19:00 h. del día 8 —tal como indicaban los Guías—, a pesar que ese horario está cerrado para el turista.


Cuando llegamos a Talampaya, encontramos el cielo totalmente nublado, y se percibía el ambiente “neutro”, una sensación que muchos de nosotros conocemos y que hemos enfrentado cuando un trabajo importante está por realizarse, previa pugna o movilización de fuerzas en el lugar.


Ni bien levantamos el campamento, advertimos una clara línea de luz describir un arco en el cielo, saliendo por detrás de uno de los macizos rojizos de Talampaya y concluyendo su trayectoria en el lugar donde se halla Ciudad Perdida. Personalmente me llamó la atención este fenómeno, hasta que vi un impresionante resplandor detrás del mismo macizo desde donde parecía salir esa luz. No había tormentas en toda la zona, y la sensación de estar siendo acompañados se incrementaba. Horas más tarde, el cielo se empezó a abrir de una forma inusual, apreciándose con claridad como una gran sombra negra desaparecía, como tragada por una aspiradora. Tuvimos una noche limpia de estrellas, bella como las que he visto en los cielos de Marcahuasi. Y los Guías se empezaron a mostrar ante la alegría del grupo.


Habíamos elevado la vibración no sólo a través de nuestras prácticas de meditación y visualización creativa, sino también cantando, gracias a la inspiración de nuestra querida hermana Bibi Sumay.


Al día siguiente, hicimos el circuito del cañón de Talampaya a pie, una caminata de casi 14 Km. que nos sirvió de mucho para meditar en medio de tan bellos paisajes, dotados de un silencio sobrenatural que invita a la reflexión interior.


A las 15:00h nos dirigimos rumbo a Ciudad Perdida. Cuando llegó el momento del trabajo para la activación del disco, recordé todo lo que habíamos aprendido en situaciones similares, como las que enfrentamos en la Cueva de los Tayos, Monte Shasta, Licancabur, Sierra del Roncador o Kayona, todas esas experiencias con un ingrediente en común: más que complicados ejercicios, una actitud correcta en conexión con el propósito superior que nos llevó allí, es la clave para el despertar de estas herramientas de poder. Luego de haber participado en el primer viaje a Talampaya (2002), veía ahora el esfuerzo de los diferentes grupos de la Argentina que participaron de este proceso con tanto entusiasmo y dedicación finalmente completado.


Mauricio Torres de Chile y yo nos retiramos un poco y dejamos a los siete hermanos de Argentina al pie del Mogote Negro. Fue emocionante verles trabajar con el mantram “Mitakunah”, el nombre o vibración de esta herramienta y que nosotros también pronunciamos mientras sentíamos en nuestros corazones cómo se encendía en luz.


Nicolás Segovia, el único varón en el grupo de siete, dirigía el trabajo sobre la base de la “Gran Transformación”, aquel decreto de poder que entregó Alcir en Monte Shasta y que empleamos en aquella ocasión para activar el disco de la montaña blanca: La Gran Transformación Del corazón de luz del Sol Central, Al corazón de luz de nuestra estrella, Que la fuerza vital de activación, Llegue a la Tierra y envuelva a los seres. Que el fuego de amor del centro de la Tierra, Encienda la antorcha del espíritu humano, Que se ilumine su frente y se abran sus brazos, Y que estos reciban la luz cósmica del gran centro galáctico. Que el recuerdo consciente, el amor y el servicio al Plan, Sea la consecuencia de la Gran Transformación. Que el perdón estelar que espera silente en nuestros corazones, Grite su amor a todos los confines del Universo. Que el signo del retorno de los orígenes, El cambio futuro en el cual creemos, Prepare el advenimiento inminente del Maestro y Señor del Tiempo. Porque por ello estamos aquí. Porque por ello somos. Y porque por ello seremos.


Una emoción desbordante brotó de nuestros compañeros cuando ellos culminaron el trabajo cerca de las 19:00 h. El Mogote Negro, que no lucía así en esta oportunidad, sino bello y amable, como si su basalto hubiese sido opacado por la luz que transmitía, parecía hablarnos, como si estuviera dándonos las gracias. Los muchachos estaban contentos. Pocas veces he visto a un grupo tan conmovido interiormente. Y no era para menos.


De regreso al campamento base, a bordo de una camioneta del parque, una luz rojiza se encendió y desplazó en el cielo llamando la atención de Ariel, el guía de Ciudad Perdida que nos había acompañado al pie del Mogote. Inmediatamente me acerqué a la ventanilla, logrando echar un vistazo afuera y, aunque no logré ver la luz que inquietó al guía del parque, observé una nave desplazándose velozmente por encima del vehículo. Fue bueno saber que ellos, nuestros queridos hermanos mayores, estaban en todo momento con nosotros.


Al día siguiente, antes de emprender nuestro regreso, consultamos en comunicación a los Guías para que nos dieran una evaluación de lo realizado. Todos los mensajes fueron categóricos y exactos en sus afirmaciones: la tarea había sido cumplida. A continuación, adjunto el mensaje que pude recibir: Comunicación 9 de agosto del 2005 Lugar: Talampaya, La Rioja, Argentina Hora: 2:30 p.m. Antena: R. González Sí, con amor Antarel: Hermanos, grande ha sido el paso que han dado en representación de muchos al activar con la chispa divina que mora en vuestros corazones, el disco de poder de Ankar. Estuvimos protegiéndoles en todo momento. Ello ya lo comprobaron. También comprendieron que nuevas tareas les traerá a Talampaya como consecuencia de esta etapa que supieron afrontar y cerrar con creces. En un futuro próximo, Talampaya será el escenario de un importante encuentro internacional; aprovechando la energía del disco, y lo accesible del lugar, este punto se convertirá en un poderoso centro de irradiación que complementará la función de los encuentros al pie de Monte Shasta en Norteamérica. En el cono sur, Talampaya será uno de los lugares que enviará su amor y su luz a todo el mundo, con la suma del aporte humano, comprometido y sincero. Cada vez resta menos para que la Red del Tiempo se halle activa y lista para recibir el rayo sincronizador del Sol Central de la Galaxia, energía que empezará a entrar a la Tierra desde el mes de agosto del 2012 por las selvas del Paititi. En el 2006 estén atentos a Colombia y Venezuela para ir sellando el pendiente en Guatavita y Roraima. Tengan presente que cada activación de un disco supone una importante revelación o conocimiento que ya algunos de ustedes está recordando. Cuando todas las piezas sueltas sean unidas, sólo entonces verán al Plan Cósmico tal como es. Deben saber, que la luz rojiza que advirtió vuestro acompañante desde el vehículo, fuimos nosotros. El más que nadie necesitaba esa señal para comprender que detrás de nuestras manifestaciones se hallan seres de Dios que encuentran en el ser humano de la Tierra a su hermano menor. Vuestro amigo había quedado profundamente conmovido al verles trabajar en el Mogote. Ahora sabe y comprende quiénes somos y porqué estamos aquí. Asimismo, la línea luminosa que observaron estacionada sobre el cielo, describiendo un arco sobre ustedes, enlazó el Disco con una de nuestras naves, siendo esta fuerza la responsable de la preparación y protección de todo el lugar. Ello alejó las sombras y abrió el cielo estrellado para ustedes para que en él se vieran reflejados… Amor y luz en la Tierra. Antarel y Guías en Misión. “Confirmamos el trabajo en pirámides para noviembre en Chile. Cuiden esta salida. Sólo podrán participar aquellos que se prepararon en el conocimiento del tiempo y su mensaje interdimensional” Oxalc Debo resaltar que fruto de este maravilloso viaje a Talampaya se han recibido nuevas e importantes informaciones relativas a los discos de poder y algunos episodios de la historia extraterrestre de este lugar. Como por ejemplo, de que en el pasado, ya se habían activado los discos, pero ello no fue suficiente para mantenerlos despiertos. Aparentemente, no sólo hay que despertarlos, sino sostener su luz hasta que llegue la sincronicidad cósmica que los une definitivamente, evento que acorde a las profecías mayás, sucede cada 5.125 años, estando ahora próximos para una nueva oportunidad.


¿Qué fue lo que exactamente pasó en aquellos perdidos tiempos con los discos? Pienso que cuando la información esté madurada y ordenada podrá ser compartida para su análisis, ya que ayer recién llegamos de semejante vivencia.


Sólo he hecho un pequeño resumen a pedido de la gente amiga que me ha consultado por nuestro viaje. Sigamos trabajando juntos en este agosto simbólico, enlazándonos a la distancia con nuestros hermanos que están en las selvas de Paititi, Ciudad Blanca, y demás centros de luz de la Hermandad Blanca. Un abrazo a todos, Ricardo González

Ciudad Perdida

ACTIVANDO CENTROS DE PODER CON LA ENERGÍA FEMENINA





Según los Guías, el número 5 representa el tránsito del ser a través de una instrucción superior. El 5 simboliza además al ser humano, expresado en la figura de una estrella de cinco puntas orientada hacia arriba. Es la magia, la capacidad de seguir hacia delante. Y todo parece indicar, que esa magia encuentra su detonante en el despertar de la mujer dormida, sinónimo de la activación de la energía femenina en armonía con el espíritu de la Tierra. Este es el informe del viaje que emprendimos cinco mujeres ¬al corazón energético de Talampaya: Ciudad Perdida





INTRODUCCIÓN





Visualizaciones de diferentes tipos y, “Ankar”, la primera palabra en aparecer, nos haría comprender que, aparentemente, miembros de nuestro grupo estarían íntimamente relacionados con las tierras de Talampaya y la historia que dejó su rastro en ese lugar. Todo ello lo comprobaríamos más tarde. Estas primeras sensaciones, y lo que fuimos percibiendo, poco a poco, en las meditaciones y prácticas del grupo, era lo único que teníamos al inicio de esta aventura. Por esos tiempos, éramos un grupo de prácticas, que recién empezaba a recorrer este camino que, hoy en día, podemos decir, nos ha dado tanto. En un principio no comprendíamos qué estábamos percibiendo. De hecho, la hermana que recibió la palabra “Ankar”, escuchó el nombre de la ciudad intraterrena de Talampaya en la meditación del “quién soy yo”, cuando sólo procuraba acceder a su nombre cósmico. ¿Por qué apareció “Ankar”? Lo curioso, es que ninguna conocía ese nombre. Posteriormente supimos que era un Retiro Interior de la Hermandad Blanca enclavado en uno de los parques pétreos más increíbles que posee la Argentina. Así, por esas “casualidades”, fuimos enterándonos de ciertos detalles que señalaban aquel sitio tan preciado. El camino a esta experiencia sería largo, y las dificultades ¬─como toda importante labor en Misión─ muchas. Pero nuestro compromiso prevaleció sin dejar que las trabas se nos interpongan de manera abrupta, tratando de comprender sobre la marcha, cada problema, cada momento vivido, cada persona que forma parte de esta Misión que nos une a todos en el ejemplo de comprensión por medio del amor. Por distintos motivos, ningún miembro del grupo pudo participar en el primer acercamiento a Talampaya (octubre 2002). Y para nuestra sorpresa, los Guías suspenderían la segunda fecha que habíamos considerado para concretar nuestro periplo pendiente. Según nuestros hermanos mayores, teníamos que aguardar un poco más, por cuanto aún no estaban operativas las condiciones para hacer nuestro viaje. Fueron dos años de trabajo duro y constante. No sólo en la Misión, sino también a nivel personal. Y los Guías, como siempre, estaban acertados en sus consejos. Valió la pena esperar.



EL OBJETIVO DEL VIAJE





A lo largo de este proceso, para confirmar nuestras primeras percepciones en relación al viaje a Talampaya, consultamos a los Guías en comunicación, tomando en cuenta sus recomendaciones, y realizamos salidas al campo donde tuvimos la concreta presencia de sus naves. Todo empezaba a tomar forma, incluyendo el propósito de este viaje. En síntesis, y fruto de todo ello, comprendimos su objetivo, y que podríamos dividir en cuatro etapas:


1° _ Reconfirmar en el lugar, nuestro compromiso de trabajo para la luz y por la luz.


2°_Transmutar las energías de Talampaya dentro de una esfera de luz, y simultáneamente, fertilizar la Tierra con la creación individual del parto de energía resplandeciente, fruto del amor de los seres en la Tierra (los Guías nos pedían en los mensajes hacer este ejercicio).


3°_ Conectarnos con el Disco Solar de Talampaya, desde el corazón, uniéndonos con los Maestros de Ankar.


4°_ Recordar. Como lo constataríamos más tarde, todo esto permitiría polarizar y envolver en luz Ciudad Perdida. De acuerdo a los mensajes recibidos, era de vital importancia para preparar el terreno para futuros trabajos y experiencias. Esa era nuestra labor.

EN CAMINO



Talampaya es una serie de monumentos de piedras rojas que desafían el espacio penetrándolo en su camino al cielo. Es un lugar muy especial. Como decíamos, la cita inicial se había efectuado dos años atrás. Sin embargo era hoy, bajo el auspicio energético del solsticio de invierno, que nos hallábamos finalmente allí. Y no era fruto del azar, pues como hemos aprendido en la Misión, en los solsticios y equinoccios, se abren puertas entre las dimensiones, situación que guardaba armonía con el objetivo de nuestro viaje. Además, era curioso que en las mismas fechas, se llevaran a cabo los encuentros mundiales de España y Ecuador.


Como nos enteraríamos después, en ambas salidas internacionales la protagonista fue la energía femenina. Mientras todo esto sucedía, nuestro grupo integrado por cinco mujeres, partía al Parque Nacional de Talampaya. Cuando llegamos a Retiro, que es la terminal del micro que nos llevaría al lugar de la cita, sentimos una alegría difícil de describir. Portábamos las mejores intenciones y teníamos al mejor de los aliados, “el amor”. Nuestra misión en Talampaya era simple y sencilla “LIMPIAR E INUNDAR DE AMOR Y PERDÓN EL LUGAR”.


Honestamente no esperábamos ningún tipo de contacto con los Guías, y cuando nos referimos a contacto queremos decir visual, xendra, avistamiento de las naves o entrega de cristales, a pesar que una de las integrantes no los había recibido. Como es de suponer, esta situación generó que nuestra hermana cuestionara su participación en el viaje. Sólo por las contundentes confirmaciones que recibiría de los Guías para partir (incluyendo un avistamiento a plena luz del día) decidió participar del viaje. Al final del mismo entendimos por qué tenía que estar presente. Mientras esperábamos la hora de la salida del micro, entre risas y buena disposición, vimos que llegaban dos integrantes del grupo de Boulogne, Mercedes y Diego, que venían a despedirnos y darnos su apoyo. Como si fuera poco nos informaron que había otros integrantes, que por razones de trabajo, no habían podido hacerse presentes, pero que estarían haciendo una salida de apoyo para que se pueda concretar este encargo tan importante de los Hermanos Mayores.


Debemos reconocer que la emoción fue tan grande al ver el cariño de nuestros hermanos, que no pudimos contener las lágrimas. Cerca nuestro había gente que nos enviaría su luz incondicional, y ello nos hacía sentir reconfortadas. Queremos expresar en estas líneas nuestro inmenso agradecimiento para todos y cada uno de ellos que han trabajado para protegernos con respeto y amor. Continuando con el relato de nuestro viaje, cabe resaltar que a la altura de la provincia de Santa Fe, el trayecto se hizo difícil porque una tormenta eléctrica, sumada a un fuerte viento junto con una cortina de agua, impedía la marcha normal del micro.


Parecerá un poco exagerado, pero el micro se bamboleaba de un lado a otro y la gente que viajaba con nosotros se mostraba muy inquieta. Ante esto, decidimos reforzar la cúpula de protección y tan pronto la hicimos, la tormenta cesó y el viaje continuó con total normalidad. Fue increíble. Llegamos a la puerta del parque a las 16 Hs., la distancia que separa la entrada del camping es de 15 Km. A esa hora no había forma de que alguien nos recogiera y nos llevara al lugar. Debíamos esperar la salida de los transportistas del Parque y pedirles “el favor” de trasladarnos a la zona de acampe. Tanto una camioneta del lugar como un auto con dos mujeres (éstas entrando a Talampaya) se negaron a llevarnos. Teníamos algo muy claro: no permitir que nada nos desarmonizara. Fue allí que nos dispusimos a realizar la cúpula y pedir permiso a las fuerzas invisibles que protegían el Parque.


De inmediato y como respuesta al trabajo, apareció una camioneta, que muy gentilmente, accedió a volver a entrar para llevarnos a nuestro destino… El tiempo estaba muy frío y los lugareños nos informaban que había llegado a hacer 10° bajo cero esa semana… Inclusive nos dijeron que nos preparáramos ya que la noche se perfilaba de igual manera. Pero nada podía empañar nuestra alegría, la amistad entre nosotras se iba profundizando y ese detalle permitía que una corriente de amor nos inundara elevando aún más nuestra vibración, demás está decir que frente a diversas pruebas individuales, las compañeras contenían amorosamente y con comprensión, logrando mantener la armonía y seguridad. Esa noche hizo 2° bajo cero, pero pudimos dormir perfectamente y sin sentir frío alguno.


Pero queremos aclarar que fue el último día de baja temperatura, ya que los demás días y noches fueron agradables y sin viento, a pesar de la advertencia de los lugareños de que tuviéramos cuidado porque el “viento zonda” se preparaba en el horizonte. Nada de ello ocurrió. Para sorpresa de todos, el cielo brillaba más que nunca, y sólo una suave brisa nos visitaba de vez en cuando en el campamento. Iniciamos el trabajo en el lugar llenándolo de luz y pidiendo protección para nosotros y para todos los seres del Talampaya. Después de ello, a las 20:05 h., siete naves cruzaron el cielo de norte a sur, de oeste a este, de sur a norte y de sudeste a noreste (fue impresionante) y con ello sentimos que los Hermanos Guías nos estaban dando la bienvenida. Fue muy gratificante, pues percibimos claramente cómo el lugar y sus “habitantes” nos estaban abrazando. Bajo estas claras señales, decidimos consultar a los Guías en comunicación: Talampaya, 21 de junio del 2004 Sí, somos sus Guías en Misión:


Sean bienvenidas. Tengan presente el cáliz, la fuente donde se bebe el amor. Ya saben lo que tienen que hacer, nosotros estamos unidos a ustedes. Después del primer trabajo recorran el laberinto. Con amor Sampiac. .


..Es muy importante la apertura vuestra desde el corazón, también el haber llegado hasta aquí. La Hermandad Blanca les saluda. Continúen abriéndose y sintiendo el lugar. Poco a poco irán activando el recuerdo. Las luces y las tinieblas verán, mas no teman, deberán afrontar todo esto. Trabajen el perdón. Sus Guías en comunicación:


Como vieron, estamos presentes. Los detalles del trabajo están dados. No duden, las estaremos apoyando en todo momento. Sepan que es muy valioso que se encuentren hoy aquí. Seguimos el proceso de cada una, y también de las que no llegaron a concretar el viaje. Estamos muy contentos con los pasos que han dado hasta Talampaya. No dejen de caminar. Concreten el primer objetivo y luego recibirán más pautas. Con amor en la luz, desde cerca, Oxalc y Mardorx



Después de dialogar y analizar el contenido de los mensajes, aproximadamente a las 22:00 h., una luz roja, intensa y grande, se vio en el horizonte del lado de la ruta. Luego nos enteramos que era un micro de la línea “Facundo” que lleno de pasajeros se había incendiado, y que gracias a una camioneta que dio el aviso antes de que el fuego alcance la bomba de aire (que es la que permite abrir las puertas) pudieron salvarse todos sus ocupantes sin daño alguno ya que, para colmo, el micro no disponía ni siquiera del martillo para romper las ventanillas en caso de algún siniestro, ¡ni del matafuego! Ese día le destinamos un tiempo importante al diálogo sobre los trabajos que a veces uno los hace por “costumbre”, como la cúpula de protección, y no nos imaginamos de su real importancia…

EN CIUDAD PERDIDA



El día 22 marchamos con un guía y el transportista a Ciudad Perdida, el lugar central de nuestro viaje. Los guías del parque fueron dos seres muy agradables con los cuales estrechamos una cordial y respetuosa amistad. Nuestro objetivo se acercaba cada vez más, y una indescriptible sensación recorría nuestros cuerpos y mentes. Emprendimos la caminata y llegamos allí, a ese lugar tan soñado y percibido en diferentes ejercicios, cuando todavía no sabíamos que existía. Ese majestuoso Mogote que se alzaba imponente en el agreste territorio, al cuál sólo llegan aquellos que saben descifrar el laberinto que lo cuida de un fácil acceso y testigo de tantas cosas que aún hoy, no hemos comprendido.


La emoción embargaba nuestros corazones, pero la conciencia del trabajo que debíamos realizar no dejaba de cruzar por nuestras mentes. Él se alzaba majestuoso frente a nuestros ojos, como dándonos la bienvenida, con una luz radiante que el Sol hacía brillar en su ladera. A más de una le embargó la emoción, y las lágrimas recorrieron su camino hasta hacer vibrar el corazón. Agradecimos a la vida, a los Maestros, Guías, familias, compañeros de ruta de la Misión Rahma, la oportunidad de poder vivir ese momento único de recuerdo, de volver a las raíces de un pasado que sólo quería ser perdonado y depurado con amor, luz y la mejor intención que el deseo de evolución puede dar. Quizá todo esto sea difícil de entender para algunos. Pero lo cierto es que vibrábamos muy fuerte con ese lugar.


Estando allí, comprendimos muchas cosas, entre ellas nuestras primeras percepciones que nos unían a Ciudad Perdida. No nos habíamos equivocado. Les pedimos a los guías del parque que nos dejen solas, y estos, con discreción, se alejaron del Mogote Negro. Acto seguido realizamos la cúpula de protección, y reconfirmamos el trabajo por y para la luz mantralizando, cada una, su Nombre Cósmico. Podíamos sentir cómo cada sonido vibraba en el lugar, y una sutil respuesta nos daba la sensación que la Hermandad Blanca nos recibía gentilmente. Después de ello, creamos una esfera de luz gigante que se ubicaba encima del círculo. Esta esfera giraba a gran velocidad e, instantáneamente, vimos cómo toda energía en desarmonía con la luz era absorbida y transmutada.


Simultáneamente, fertilizamos energéticamente las tierras, para que luego se pueda devolver esta esfera y sea acogida por la misma. Este trabajo que realizamos, y que tiene su cimiento en la magia femenina −por algo fuimos cinco mujeres a Talampaya− había sido transmitido por Joaquín y Doo-Mah (la Regente de Monte Shasta) a través de una comunicación que fue recibida durante una salida con Ricardo González y los grupos de Trelew en la “Meseta”, donde los Guías se mostraron en claros avistamientos y dieron inclusive los Cristales de Cesio. Este ejercicio de visualización fue el eje de nuestro trabajo en Ciudad Perdida para elevarla a la luz. Por su importancia, incluimos el texto completo del mensaje recibido. Mensaje 14 de diciembre del 2003 Lugar: “La Meseta”, Trelew Antena:


Iara Agnus


Mujeres, visualicen un parto, una esfera de luz en su vientre conectada al corazón. Porque las que no han sido madres naturales son madres de corazón e instinto, y también hijas. Deberán formar esa luz, fruto del amor incondicional entre hombre y mujer, humanos, y después relájense al parto para fertilizar las tierras de luz, de la propia luz producto del amor de los seres en la Tierra. Esa luz, así como un hijo, crecerá, se formará y entregará semillas a la Madre Mayor, la Pacha Mama. Y con el tiempo verán los frutos de este trabajo. Lo demás se dará sin traba alguna. Perdonen como a un hijo, amen como a un hijo y el terreno estará listo. Luego esperen con calma.


Hombres: Apoyen esta fertilización y proceso como padres. Deben Crear hijos de luz o luz en los hijos. Sientan como les piden perdón a sus hijos más queridos, perdónenlos también y ningún terreno estará mejor preparado. Observándolos, Joaquín y Doo-Mah


Esta singular comunicación fue recibida acompañada de una serie de imágenes que recreaban la forma del trabajo. Las pusimos en práctica con efectos extraordinarios, y seguidamente nos conectamos con el Disco Solar de Ciudad Perdida. Queremos agregar, que luego de este trabajo, todas percibimos que falta muy poco para la definitiva activación del Disco. Debemos volver. Cuando ya finalizábamos con los trabajos, una de nosotras sintió que los muchachos venían a buscarnos y abriendo los ojos corroboró que cerro abajo se acercaban y que una luz verde les acompañaba a un costado (¿?).


Motivadas por la confianza que habíamos entablado hasta entonces le comentamos el fenómeno al guía y éste nos confió que cuando nosotras estábamos haciendo esos “cantos” −refiriéndose a las mantralizaciones− ellos sintieron la gran necesidad de cantar el Himno Nacional argentino:


“Oíd mortales el grito sagrado, libertad, libertad, libertad, oíd el ruido de rotas cadenas, ved el trono la noble igualdad…”.


Para nosotras resultó muy curioso, ya que el contenido del Himno Nacional que evocaron aludía a la libertad y el romper las cadenas, detalle que podría guardar relación con nuestro trabajo de polarización de energías. Aclaramos que no hicimos ningún trabajo para “liberar” a entidad alguna, como ha sucedido en ciertos episodios de la Misión. Liberamos Talampaya en sí, y ello era más que importante. Si bien es cierto los Maestros custodian sagrados Retiros Interiores, y la información que hay en ellos, hemos aprendido también que el trabajo en realidad es nuestro y que los Guardianes dependen de nosotros en lo que concierne a la activación y elevación de sus templos. Para rematar, uno de los guías del Parque, nos comentó que había tenido unas experiencias que no podía comprender y que veía que tomaban sentido con las explicaciones que nosotras le dábamos.


Luego nos pidió discreción y silencio, por eso no daremos su nombre en este informe. Esa noche seguimos meditando en el campamento, y para confirmar objetivamente que habíamos hecho bien el trabajo, pedimos un avistamiento programado durante la meditación que siguió a la polarización de Ciudad Perdida. No lo hacíamos por dependencia a los Guías, sino por responsabilidad y equilibrio. Si era tan importante venir aquí, ellos tenían que mostrarse. Y así, mientras nos hallábamos dialogando en el campamento, hizo su aparición una luz inmensa, que surcó el cielo, descendiendo a tierra hasta “tocar” −según la impresión que tuvimos− el suelo, despidiendo luces como si fueran relámpagos, iluminando por completo el lugar. Luego de ello, desde el centro de esa gran luz, un haz luminoso subió al cielo… ¡Fue un espectáculo! Fue tan contundente que nos resistimos a creer que era la confirmación que le pedimos a los Guías.


Estábamos tan asombradas que, inconscientemente, le buscábamos una respuesta lógica a lo que vimos, llegando a plantearnos que una tormenta se estaba formando en el horizonte y etc., pero luego constatamos que no era nada de eso… Al día siguiente, hablando con los guardas del parque, nos informaron que no habían tenido ningún tipo de información en su recorrido de algún acontecimiento fuera de lo normal. El día 22 por la noche nos reunimos alrededor del fogón que habíamos prendido. Las conversaciones giraban en torno de las experiencias vividas, tratando de evaluar cada hecho y cada circunstancia para poder comprender todo cuanto hicimos. Al día siguiente, Graciela, la única hermana del grupo que no tenía los Cristales de Cesio, nos informa que a la madrugada (no podía precisar muy bien la hora) la despertó un coro de voces cantando una canción hermosa y desconocida, se sentó tratando de “captar” de donde venían esas voces, y pensó que la gente de la confitería (dos hombres que se quedaban para proteger nuestra estancia en el lugar) estaban cantando, cosa que desechó inmediatamente porque eran varias las voces y no un dúo.


Posteriormente a esta deducción, la posibilidad de que fuera algo desconocido, la paralizó y no pudo llamarnos. Poco a poco el coro se dejó de oír, pero ella se quedó despierta un tiempo, hasta que la sorprendió una luz que iluminó por completo la carpa... Afuera aún era de noche, pero pensó que Dalmacio y Hugo, nuestros cuidadores, estaban iluminando el lugar con linternas. Por la mañana y después de habernos contado lo vivido, nos dirigimos a la confitería para preguntar a estos señores si habían estado por la zona del camping.


Nos miraron asombrados. No sólo no habían estado levantados a la madrugada, sino que tampoco disponían de linternas (¿?).


Todas leímos un mensaje que se había anotado la noche anterior, y una inmensa alegría nos embargó, se podía decir que estaba completamente confirmado el trabajo, pero esto no quedó allí. Esa tarde recorrimos el cañón a pié. Grande fue nuestra sorpresa cuando vimos en la pared de uno de ellos la imagen de Jesús en la cruz (hecha por el capricho de la naturaleza) y una roca con forma clara de una “cara de perro”. Hacía un año que en una meditación, confirmada con un avistamiento en donde gran parte del pueblo había sido testigo, se recibió un mensaje claro y escueto que decía: “busquen la cara de perro en Talampaya”.


Sin dudarlo, nos dirigimos de inmediato al lugar, para trabajar allí con la dermóptica. Y nuevamente se cumplieron los mensajes previamente recibidos, pues a través de intensas experiencias personales pudimos “recordar”. Era la última noche, si bien estábamos contentas con el trabajo realizado, una pequeña tristeza se hacía notar en el grupo: pronto debíamos separarnos. Era tan profunda la armonía y el amor que había reinado entre nosotras, que esa posibilidad nos llenaba de cierta desazón.


Volvimos a trabajar rodeando el fogón, y aquí empezamos a comprender cómo los Guías no dejan nada al azar. Graciela, internamente, percibió la pregunta “si aceptaba los cristales”, a la cuál asintió. En ese mismo momento, y en pleno trabajo, otra de las integrantes recibía telepáticamente, “…apoyen a la hermana que después que pase la nave, recibirá los cristales…”. Por si fuera poco, simultáneamente otra de nosotras sintió el gran impulso de abrir los ojos, y acto seguido, pasó la voz al grupo del avistamiento que se estaba efectuando en ese momento… Fue allí que las cuatro apoyamos la experiencia de Graciela, viendo rápidamente cómo los cristales se manifestaban en sus manos…


Esta experiencia nos hizo sentirnos más unidas que antes y la clara certeza de que todo estaba cumplido. Agradecimos una y otra vez a los Guías por todo esto. En verdad no lo esperábamos. Un clima de fiesta reinaba entre nosotras, sentíamos que los Guías y nuestros hermanos de la Misión estaban apoyando nuestro aporte allí. Todo había contribuido a que nuestro viaje fuese un éxito.

REFLEXIONES



Llegando a Buenos Aires, las confirmaciones se seguían dando, sobre todo al conocer el resultado de los encuentros mundiales de España y Ecuador. Hemos redactado un informe sencillo, con la única intención de dar a conocer los diferentes trabajos que los Guías están sugiriendo y apoyando. Muchas veces, cuando nos llega un informe, esperamos nuevas informaciones sobre el Plan Cósmico o la narración de un nuevo encuentro físico con nuestros Hermanos Mayores. Ello siempre será un aporte valiosísimo a la Misión. Pero no es lo único que está ocurriendo. A veces los trabajos más simples y sencillos, pueden encerrar la clave de grandes experiencias. Ya lo dijo Joaquín en un mensaje


(Lima, 15 de julio de 1995): “Sean simples y sencillos, y vuestra misión será simple y sencilla” .


Aunque inicialmente no deseábamos hacer un informe de esta salida, creemos que dar a conocer nuestra pequeña experiencia podría ser una confirmación para aquellos grupos que están trabajando con la energía de la madre, la fuerza de la mujer, representada en la Tierra, independientemente que sean mujeres quienes lleven a cabo todo esto. Poderosas energías se están movilizando en la Misión, y estas constantes se tienen que tener en cuenta. Enviamos este material para alentar a los grupos a confiar más en todo cuanto pueden hacer. No estamos solos. Por lo pronto, sabemos que tenemos que volver a Talampaya.

Y también sabemos que será cuando el Profundo y nuestra preparación lo dispongan. Para todos nuestros hermanos Rahma, con cariño, y gratitud por el apoyo, Andrea Maisenti, Graciela Valerio, Ana Liñán, Mary Agnus e Iara Agnus.

domingo, 10 de abril de 2011

Isla Martín Garcia II

Isla Martín García II


“Deben seguir en constancia, perseverando hasta el final de los tiempos en el que cada uno sabrá y actuará sobre sus roles en esta gran misión de la humanidad. La Isla Martín García marca un objetivo claro, los tiempos se aproximan y debéis recepcionar la información que allí aguarda...” Oxalc


Introducción:


Todos quedamos convencidos de nuestra vuelta a la enigmática Isla Martín García. Al regresar de nuestra primera salida en el año 2002, sentimos que debíamos seguir trabajando sobre la misma con otros objetivos que mas tarde nos darían los guías. Así comenzamos nuevamente a recibir en comunicaciones, nuevas pautas y objetivos para la segunda ida a la Isla. El tiempo dió sus frutos.


Entre idas y venidas durante el año 2003, no perdimos el objetivo pendiente. Todos recibimos que debíamos ir el 22 de Mayo del 2004, para la recepción de la información que contiene este maravilloso lugar.


Durante los trabajos que veníamos realizando, se sumaron dos personas del grupo 22 que vibraban con los objetivos de la Isla, ellos son Julia y Domingo, siendo en Total seis personas quienes iríamos al viaje con los siguientes objetivos:


1. Experiencia con el Real Tiempo del Universo


2. Recepción de información a través de una conexión de nosotros con la Isla


3. Contacto con el guardián


4. Conexión con la base subacuática


Como recuerdan del informa anterior, la Isla M. García se encuentra en el Río de la Plata, cuenta con una antigüedad de 1800 millones de años siendo un desprendimiento rocoso del plegamiento precámbrico de Brasilia. También se halla cerca de una base Subacuática de la Confederación, la misma de conectamos en Punta Piedras, Bahía de Samborombón en Buenos Aires.


“Deberán desbloquear las trabas que obstaculizan la comunicación del lugar entre ustedes y la madre naturaleza, es la única manera de descubrir los secretos que guarda la madre tierra para sus hijos” Antarel (14/4/04) “La fecha será para el 22 de Mayo, ese mismo día deberán prepararse y armonizarse en cuerpo y espíritu, conectarán con un lazo en común.” Oxalc (14/4/04) “Esta es una fecha importante ya que es el encuentro con el Cristo Interno. Deben mantralizar el Cristo Om como un día de encuentro con ustedes mismos y el universo todo” Sampiac (15/5/04)


Organizando la salida:


En una meditación del 5 de mayo Emilia recibió y vivenció la siguiente visualización:


“ Vi a los cuatro o mas participantes de la salida a la Isla M. García, acostados sobre el césped, con las cabezas hacia el centro de la rueda y apoyando las palmas de las manos y la frente en el suelo, como realizando dermóptica al lugar en que nos hallábamos. De pronto, sentí que comenzábamos a girar como aspas de molinos, internándonos en la tierra por un túnel vertical lleno de luz algo mas amplio que el circulo que formábamos nosotros. Llegamos a una gran profundidad mantralizando nuestros nombres cósmicos. En el fondo vi a un ser de unos tres metros de altura, vestido con ropa plateada ceñida la cuerpo y sobre esta una especie de buzo o chaqueta suelta liviana, con cinturón y charreteras de hilos de oro en los hombros. Tenía pelo rubio hasta los hombros, manos de dedos muy largos, mirada cálida y muy sonriente. Nos invitó a entrar a un túnel horizontal, caminamos un trecho y vi como se abría ante nosotros un paisaje maravilloso, un valle con casas blancas, con torres y cúpulas doradas. Salía luz de todas partes. Sentí que este ser que nos guiaba era Antarel...”


El Viaje:


Así partimos muy temprano el día 22 rumbo a la Isla en una lancha. Al llegar a destino, nos percatamos de que la Isla estaba llena de turistas. Sin embargo, no nos detuvieron en nuestros trabajos. La fecha del viaje nos llamó muchísimo la atención pues la suma de sus cifras daba nada más, ni nada menos que 33, el número que nos hace recordar nuestra misión dentro del plan cósmico (22+5+2004 =33) 3333 simboliza la clave del nuevo tiempo mientras que el 33 representa a la alianza universal galáctica que mantiene la confederación de mundos en todas las galaxias de este grupo local a la vez con Merla (planeta Tierra) para ayudarla en su tránsito dimensional hacia la cuarta dimensión. Es la clave numérica del sello de la estrella de seis puntas, la búsqueda del equilibrio entre lo espiritual y material en una actitud positiva. Representa el ascenso mediante el despertar del ser humano a través de la cristificación.


Ese mismo día, nos preparamos para esa noche.


Sigan haciendo irradiaciones para preparar la zona... a las 21hs tendrán la confirmación para la apertura de un portal interdimensional, ya sabéis que se logrará dependiendo de la voluntad y compromiso vuestro. No se olviden de la conexión primera, con vosotros mismos. Todo se dará en cuanto estéis en preparación y se respira la armonía grupal. El guardián espera contactarse con vosotros” Oxalc


Hicimos trabajos de conexión con los hermanos de otros países que estarían trabajando al unísono con nosotros. Fue maravilloso sentir el acompañamiento que teníamos a nivel energético. Más tarde nos dispusimos a realizar el trabajo citado anteriormente de conectarnos con las profundidades de ese lugar.


La Isla M. García guarda consigo parte de la historia de la humanidad, pues conlleva la síntesis de todo cuanto ha ocurrido en esas tierras, todavía queda mucho por descubrir, pero todo se dará a conocer en cuanto incorporen toda la información que han venido recibiendo en mucho tiempo. Mantengan la constancia...La Isla encierra dentro de sí (bajo su superficie), un lugar de paso. Como bien han intuido, no forma parte de los retiros interiores de la hermandad blanca, Pero sí han pasado sus maestros para trasladar objetos preciados que son custodiados por ellos mismos”... Antarel y Anitac


Experiencia personal de Lorena: “ Ni bien comenzamos a conectarnos con la tierra del lugar, comencé a sentir como que la cabeza me daba vueltas, como si estuviese girando sobre mí misma. De repente, ya formaba parte de la tierra, y comencé a bajar precipitadamente muchos metros bajo la superficie del suelo, hasta llegar a un salón blanco e iluminado, tal como si su luminosidad saliera de las mismas paredes. Este salón era abovedado, como si estuviera dentro de una cúpula de luz. Concentré mi atención a unos tubos que me llamaron poderosamente la atención. En ese momento me vinieron muchas ideas en la cabeza como recuerdos... Sentí que esto era parte de los experimentos de los Oriones y que había muchas conexión con Talampaya.


Bajo la Isla se ocultaban ciertos experimentos provenientes de aquel lugar. Luego visualicé que esos objetos de experimentación fueron saqueados por los mismos Oriones, previa pelea y traiciones de por medio. Aparte hace mas de 15.000 años lo que quedó fue llevado por los Atlantes, los cuáles sirvieron como adelantos tecnológicos para aquella raza. Este lugar fue curado por maestros de la Hermandad Blanca luego de la caída de la Atlántida, quedando solamente como un lugar de paso en donde muchos objetos valiosos pasaron por allí, incluso algunos adelantos tecnológicos quedaron en la Base del Río de la Plata. También visualicé luego, algo que no había notado antes, las paredes estaban cubiertas de dibujos, parecidos a los dibujos Incas, especialmente concentre mi atención en el sol incaico que estaba grabado al igual que los demás en las paredes de dicho lugar. Dentro del salón apareció un ser que aparentaba tener mucha edad, y marcada sabiduría, tenía aspecto indígena quién me miró y sonrió. Sentí que era el guardián.”


Experiencia Personal de Miguel Ángel:


“Ví un lugar muy grande, una construcción gigante y futurista como una inmensa nave o ciudad espacial. Me contacté con el guardián del lugar quién me guiaba y mostraba todo. Allí había maquinas con formas extrañas. También había gente caminando por todas partes muy ocupados con sus tareas...en ese momento sentí que me decían que ese lugar se relacionaba con el “Fuego Sagrado de la Vida”, como si fuera un centro científico. Después me dijeron: “Es de Ankar” y el guardián me aclaró: “ ya irán conociendo esto en sucesivas etapas”. Más tarde, en otro ejercicio, mientras mantralizaba mi nombre cósmico, ví un ser vestido con un traje plateado como un astronauta saliendo de un edificio y entrando en otro. Este último cargaba un recipiente alargado metálico con manijas y sentí que se relacionaba con experimentos genéticos. Después ví a este ser en un lugar cerrado cómo un laboratorio y que sacaba con sus manos algo parecido a un feto o un neonato sin vida”


Experiencia personal de Silvia:


“veo helices de ADN amarillas y rosadas, luego entro en un túnel que cambia de su forma rectangular a otra trapezoidal con mucha geometría y comienzo a ver extraños objetos de color beige claro en forma de encastres como si fueran cajones apilados, parecían ser cajas de huesos y marfil y de uno de ellos salía una mano femenina que me infunde temor. Parecían archivos de experiencias o experimentos genéticos sobre humanos. (Cabe mencionar que la mamá de Lorena, desde su casa, sueña con la misma escena de las cajas y la mano, que también le produjo temor) También veo el Santo Grial, con una piedrita verde en el centro.”


Experiencia de Emilia:


“ Pude ver un gran recinto con muchos seres haciendo movimientos armoniosos. Se trataba de un lenguaje, una comunicación a través de movimientos y gestos en lugar de palabras vocalizadas.”


Experiencia de Julia:


“ Veo objetos de oro en mis manos, como regalos. Además percibí gran abundancia de objetos dorados. Al finalizar el trabajo de dermóptica sentí la sensación de una soga oprimiéndome el cuello...(Podemos interpretar esto como una experiencia revivida)


Sorprendidos por la coincidencia de las experiencias , cuando volvimos en sí, después de varios trabajos de mantralizaciones e irradiaciones, todos tuvimos la sensación de estar reviviendo vidas pasadas. Más tarde, hicimos un trabajo para contactar con el guardián del lugar, pues ese otro de los objetivos que debíamos realizar.


Todos pudimos contactar con LUZAR, el guardián. Él es un remanente indígena de piel oscura, vestido de colores ocres y marrones, y de rostro ancho con rasgos fuertemente pronunciados. En varias oportunidades hicimos irradiaciones hacia los lugares que por su historia guardan densidad, como la cárcel, El Lazareto, el Crematorio, etc. Fue tan fuerte el efecto de esta “Limpieza” que hubo que interrumpirla para continuarla al día siguiente. Casi todos sentimos cómo se removían las energías oscuras de los lugares que mencionamos, incluso algunos de nosotros sintió presencias no gratas, asechando.


Al invocar nuevamente la presencia de luz, todos volvimos a la calma. Esto hizo reflexionar acerca de la importancia de la constancia en las irradiaciones incluso en aquellos lugares ya trabajados por nosotros. No debemos perder de vista la cúpula de protección y la irradiación hacia los lugares sagrados. A pesar de que aún faltaba la conexión con el Real Tiempo, nos costó crear un clima de concentración y completa relajación.


El Clima no ayudó, el viento era cada vez más frío, por lo tanto, al no estar en condiciones y/o en completa preparación, y teniendo contrariedades con el clima, además de no tener las precisas confirmaciones que pedimos a los guías para dicho trabajo, resolvimos volver al campamento, sintiendo que se habían cumplido parte de los objetivos sobre los cuáles debemos seguir trabajando.


Al día siguiente, amanecimos bajo lluvia y decidimos hacer un conversatorio repasando el Plan Cósmico, y tratar de encajar las fechas de todo lo acontecido con lo que habíamos recibido en el trabajo de la noche anterior. Cuando la lluvia cesó por un rato, salimos hacia el lado sur de la Isla. En un claro entre árboles y cerca del agua del Río De La Plata, hicimos las “Plegarias de las Siete Direcciones Galácticas”, y enviamos irradiación hacia todo el Río Paraná para desbloquear todo el Litoral hacia el Norte a sabiendas del trabajo que ha venido realizando el Grupo Santa Fé. De vuelta al campamento, hicimos una regresión a nuestras vidas pasadas viéndonos todos involucrados en la historia de la Isla, complementamos y descubrimos nuevas pistas. Por ejemplo;


Domingo se vió participando de las luchas históricas de la Isla. Completamos el trabajo de limpieza de la noche anterior y agradecimos la presencia de luz y a las personas que desde Buenos Aires nos irradiaron, concluyendo con un cierre. Fue notable el cambio de clima al alejarnos de la Isla. Lluvia torrencial, oleaje que sacudía la lancha de una manera que provocó comentarios de la azafata, quién nos dijo que estas tormentas son poco comunes a esta altura del año. Nos imaginamos que las fuerzas hablaban por nosotros y concluyeron la tarea que iniciamos en ese pequeño suelo que encierra historias ancestrales. (Inclusive recordamos nuestra primera salida al lugar, en donde el clima y las energías de la Isla nos habían recibido tan placidamente).


Conclusiones


A pesar de haber recibido nueva información sobre la Isla Martín García, mucho de lo que tenemos complementa con todo lo que hemos venido trabajando dentro de la Misión. Esto nos dá la pauta que todo esta en Unión y comunicación, la historia es la misma en la mayoría de los lugares dentro del planeta Tierra. Los retiros interiores están todos interconectados. En un principio, no existían los límites entre los países.


Todo esto que recibimos, debemos seguirlo trabajando, de hecho, debemos regresar a la Isla para concretar con el Objetivo de Conectar con el Tiempo Real. Nos llevó tiempo procesar todo lo recibido, y aún quedan datos a analizar y corroborar que esperamos se vayan revelando con nuestros trabajos internos y con el procesamiento de salidas en distintos puntos del Planeta. Les deseamos un Buen Comienzo de Nuevo año 2005. Un Abrazo fraterno en la luz Grupo Expedición Silvia Rocher, Emilia Kozar, Miguel Angel Romeo, Domingo y Julia Siamo, y Lorena Escudero.


Repaso de la Historia: (extracto del Informe Talampaya del 2002)


Hace 260 millones de años, a finales de la era Paleozoica, una nave procedente de Rigel, estrella situada en la constelación de Orión, llegó a Talampaya. De ella descendieron cosmonautas, quienes tomaron distintas muestras del suelo e hicieron ensayos con todo tipo de vida del lugar para comprobar su avance y desarrollo en ese punto del planeta. Los llegados eran guardianes y vigilantes, y científicos elegidos por ser los más aptos para las condiciones del Planeta, ya que su mismo componente genético de Orión también estaba en la esporas sembradas por los padres antiguos, provenientes de la constelación del Cisne, en un tiempo muy lejano aún., Este grupo originario de Oriones, primero ubicó el sitio y después instaló una base laboratorio permanente. Luego en diferentes tiempos llegarían más contingentes. Pero posteriormente a esto, como ya es sabido en la misión, llegaron en una nave laboratorio, siete ingenieros genéticos de las pléyades entre los cuáles estaba Gadriel. En el momento de la llegada de Gadriel, los Oriones estaban establecidos en Talampaya desde muy antiguo y habían producido ya mas de un toque genético, ayudando a nacer y desarrollar reptiles. Buscaban así generar un tipo especial de éstos con el fin de lograr un ser con características propias de Orión, pero a su vez con algunos componentes de este planeta, del producto de la evolución natural.

Informe:

Isla Martín García I


Integrantes: Miguel Angel Romeo Silvia Elena Rocher Emilia Kozar Lorena Escudero


Informe Isla Martín García Diciembre 2002


A nuestros hermanos en misión RAHMA les damos a conocer lo realizado en nuestra primera salida de trabajo como grupo. Durante nuestras reuniones de grupo a fines de noviembre del 2002 se recibieron mensajes para realizar trabajos en el Delta del Río de La Plata (Partido de Tigre, Provincia de Buenos Aires). Imprevistamente los cuatro integrantes del grupo visualizamos que el lugar exacto de las tareas era la conocida Isla Martín García.


La misma esta estratégicamente ubicada en el mencionado río, sobre la desembocadura del Río Uruguay, perteneciendo a la República Argentina aunque se encuentra a 3,5 km de la costa Uruguaya y a 33,5 km del puerto de Tigre.


Esta pequeña Isla es un desprendimiento rocoso del plegamiento precámbrico de Brasilia (1800 millones de años), a diferencia del resto de las Islas del Delta que se forman por acumulación sedimentaria. Su superficie es de 168 hectáreas y posee unas 150 especies de plantas curativas. También sabemos que la parte norte de la Antártida Argentina es el desprendimiento de la Isla durante la separación de los continentes.


Pasamos a contarles ahora un pequeño resumen histórico que es necesario conocer para entender todo el karma negativo y la atmósfera densa que ha venido acumulando este lugar: Para el mundo occidental la Isla y el río de la Plata fueron descubiertos en 1515 por Juan Díaz de Solís.


En 1536 fue la Fundación de Buenos Aires.


• En 1652 aparecen los primeros corsarios ingleses en la región, y 21 años mas tarde (1673) se colocan los primeros cañones en la isla por parte de los gobernantes españoles.


• En 1704 ocupan la isla, los portugueses, después de tomar la ciudad de Colonia de Sacramento en la costa Uruguaya. Durante los siguientes 100 años tanto españoles como portugueses ocupan y de disputan la posesión de la Isla Martín García.


• 1813: Primer intento del gobierno patrio Argentino de recuperar la Isla.


• 1814: Se arma la primera flota de guerra criolla al mando del Almirante Brown, tomando posesión de la isla. Desde ese momento este lugar sirvió a los intereses argentinos de fortaleza que controlaba le tráfico de los ríos Paraná y Uruguay, así como presidio y puesto de apoyo y proveduría para las embarcaciones.


• 1825: Invaden la isla las fuerzas del imperio portugués del Brasil, como consecuencia de la declaración de independencia por parte de la banda Oriental del Uruguay.


• 1826: El Almirante Brown logra recuperar la isla para la Argentina. Brasil fue derrotado y Uruguay logró su independencia del Brasil y de las Provincias Unidas del Río de La Plata.


• 1838: Francia une sus fuerzas con Uruguay para retomar la Isla.


• 1839: El general Lavalle de Argentina logra recuperar la isla desalojando a los Uruguayos.


• 1845: Se unen las fuerzas del imperio británico, Francia y Uruguay y vuelven a ocupar la isla.


• 1852: Se devuelve la isla a la República Argentina aunque Uruguay sigue con sus reclamos sobre la misma.


• 1862: Uruguay y Paraguay reclaman la libre navegación por los ríos de la región. Argentina no permite el paso a través de la Isla Martín García. La República del Paraguay invade la provincia argentina de Corrientes.


La isla fue utilizada como cárcel para los prisioneros de las guerras mencionadas. Así como también para muchos de los indígenas de la campaña al desierto del general Roca. (1879) También sirvió de presidio para los presidentes argentinos:


Hipólito Hirigoyen 1930


Marcelo T. De Alvear 1933


Arturo Frondizi 1962


Juan Domingo Perón 1945 ( unas pocas horas)


• 1973: El acuerdo bilateral entre Uruguay y Argentina declara a la Isla de exclusiva jurisdicción argentina y deja de funcionar como base naval militar pasando a tener únicamente explotación turística. Además fue declarada monumento histórico nacional y reserva de flora y fauna. En la actualidad llegan a la isla embarcaciones que parten tanto de la costa Uruguaya como de la Argentina con fines turísticos.


Pautas y objetivos del trabajo señalados por los guías:


1) Limpieza y purificación del lugar debido a su oscuro pasado histórico. (sabiendo además, que ningún grupo Rahma estuvo antes allí).


2) Apertura del lugar, creando un puente de luz y de conexión con el resto del país, con Uruguay, Brasil, e inclusive México. Y toda América, a través de energías subterráneas con las bases de la confederación.


Cabe mencionar lo notorio de la sincronicidad de trabajos para estas fechas del mes de Diciembre en diferentes grupos como Trelew (Argentina), Paysandú (Uruguay), Chile y Ecuador sin ningún acuerdo previo.


Jueves 12 /12/02


Apenas desembarcamos en la isla, sorpresivamente fuimos bien recibidos por el conductor de una camioneta blanca que se ofreció amablemente a llevarnos hasta el sector del camping. Mas tarde nos enteramos que el conductor era el mismo intendente de la isla, siendo por lo tanto muy simbólico que la mayor autoridad del lugar nos “abriera las puertas” de esa forma. En este primer día, realizando una caminata de reconocimiento por la zona pudimos conectarnos con las ruinas del llamado “Barrio Chino”, llegando a percibir parte de la historia del lugar. Pudimos visualizar que esas edificaciones antiguas estuvieron colmadas de personas de aspecto depresivo o enfermizo. Este lugar se veía repleto de gente muy triste y en sufrimiento. Esto pudimos corroborarlo después con los datos, fotos e información del museo de la Isla, donde se explica que aquel sector sirvió de lugar de cuarentena para las personas que llegaban enfermas de la fiebre amarilla que había surgido en la ciudad de Buenos Aires a fines del Siglo XIX.


Durante la tarde, mientras buscábamos el lugar para realizar la siembra de cristales los cuatro estuvimos de acuerdo al instante de verlo, ya que era justamente lo que habíamos visualizado días previos a la salida. Al bajar el sol comenzamos con los ejercicios de relajación corporal, mantralización, ayuno silente y por ultimo recepción de mensajes, en donde finalmente se confirmó el lugar exacto de la siembra de cristales. En esta primera noche nos colocamos formando una cruz de lados iguales orientada hacia cada uno de los puntos cardinales, ya que, justamente somos cuatro. (esta conformación la mantuvimos también los días siguientes en cada unos de los trabajos).


“ ...Como lo han estado sintiendo hasta ahora, el lugar para la siembra de cristales es en el centro de la Isla, pues es muy significativo por su conexión con Uruguay. Manisfestaciones las habrá pero primero deben manisfestarse ustedes mismos. Trabajen e investiguen en la zona, RECUERDEN...” Antarel y Mardox.


“ Las manisfestaciones serán vistas mañana al mediodía, allí estaremos...” Anitac


Viernes 13


Durante la mañana al finalizar los ejercicios psicofísicos y la toma de la energía manásica, apareció una pequeña mariposa con el número 88 dibujado en sus alas que se fue posando en cada uno de nosotros y entonces recordamos que en los mensajes del día anterior los guías nos decían que se manifestarían este día al mediodía. Inmediatamente buscamos el significado de la clave numérica 88:


Nos recuerda la intervención de entidades del universo eternal que el universo paralelo a este universo septernal que existe de la octava dimensión de conciencia en adelante, y que nos hace recordar la verdad o el retorno de Cristo a la tierra.” 88= 8+8 = 16 = 1+6= 7 nuestro Cristo cósmico El número 88 simboliza la vibración superior permanente en los aspectos femeninos de la creación. Es una fuerza intuitiva que actúa como indicador de peligro frente a las asechanzas de las fuerzas negativas y que la persona debe hacer mucho caso. También se relaciona con una importante labor (igual que el 33,44,74), establecer el puente de unión entre el universo material y el espiritual.


Elevar la vibración y poder llegar a la séptima dimensión de conciencia. Sabemos también que el 88 son dos veces 8, y el número 8 es el activador que nos dice que debemos mantener la paz y el equilibrio a pesar de las pruebas. Es la madre naturaleza y el volver a los orígenes. Para el budismo el 8 es , entre otras cosas, el camino que conduce a la perfección espiritual. Cuando la mariposa se fue decidimos hacer un trabajo de regresión porque sentíamos la necesidad de buscar mas información sobre nuestro pasado kármico en conexión con la isla. Y de hecho pudimos obtener imágenes y datos significativos.


A las 19 hs aproximadamente llegamos al centro de la Isla donde está el “Monumento a los héroes caídos por los dos países” y lugar previsto y confirmado por los guías para la siembra de cristales. Comenzamos, entonces, por armonizarnos con el lugar realizando los habituales trabajos de relajación corporal y mantralización. Siendo ya de noche hicimos un importante ejercicio de irradiación, perdón y transmutación energética de la isla, que era uno de los objetivos de nuestro viaje debido al peso de un karma acumulado por varios siglos en la Isla. Además aprovechamos este momento para conectarnos con los hermanos de los grupos que estaban trabajando en otros lugares esa noche.


Seguidamente, durante la recepción de mensajes se recibieron pautas para una posible entrega de cristales de cesio a las 24 hs de esa misma noche.


Luego se realizó la siembra de cristales en el mismo lugar. Después de haber terminado con las tareas centrales de nuestra salida realizamos un ayuno silente, sintiendo que se podría dar la entrega de cristales de cesio. Y a pesar de todo lo realizado continuamos pidiendo corroboración a viva voz a los guías para asegurarnos de la posible recepción de cristales. Fue maravilloso observar los flashes y manifestaciones en el cielo nocturno en el mismo instante de estar formulando las preguntas. Por lo tanto nos sentimos muy apoyados y acompañados en un momento tan especial, y teniendo en cuenta que era nuestra primera salida de trabajo como grupo y sabiendo además que esta entrega de cristales era inédita en el país por nuestro poco tiempo en la misión (dos personas del grupo ya habían recibido sus cristales en agosto del 2002).


Por último, siempre agradeceremos las manifestaciones que continuaron toda esa noche, inclusive al momento de estar volviendo al campamento y preparándonos para dormir; Por lo tanto nos sentimos muy felices de seguir observándolas, ya que corroboraban el trabajo realizado.


...” La entrega de los cristales de Cesio podrían darse pero sólo depende de ustedes, los que ya los tienen reactivarán y visualizarán los de sus compañeros. Ayudaos entre sí y recuerden que este es el paso de la transformación como la mariposa que voló fielmente alrededor vuestro. Nos manisfestaremos cuando os permitan y predispongan, a la medianoche, y sentirán que algo que desconocen se acercará y los apoyará nos sólo hoy sino que siempre. Ya lo saben, queda en vuestras manos...” Con amor y luz Sampiac ...



"Mañana será el cierre de los trabajos aquí por ahora. Tendrán que seguir unidos a esta tierra desde vuestros hogares, es imposible separarse. Harán el cierre y antes del mediodía habrán culminado...” ¡Unión y fuerza! Antarel


Sábado 14


Como broche final, antes del mediodía realizamos la última tarea de limpieza , perdón y purificación del lugar, ésta vez nos concentramos en las ruinas de la antigua cárcel, foco de acumulación de energías muy negativas, de odios, venganzas, rencores, etc. Nuestra despedida y cierre de los trabajos fue en el otro extremo de la isla, en un lugar con mucha vegetación donde se encuentra el monumento a las dos banderas (Uruguaya y Argentina). Sintiendo que esto fue todo un símbolo que delineó el puente de unión con el vecino país.


Conclusiones


Todo lo realizado durante estos tres días en la Isla Martín García fue un acontecimiento muy especial que nos tocó muy profundamente a cada uno de nosotros. Muy llamativo fue percibir el último día el cambio vibracional del lugar, se sentía respirar otro aire. Por lo tanto, humildemente sentímos que logramos cumplir con los objetivos. Por otra parte, los trabajos en la isla simbolizaron para nosotros un comienzo de integración con la hermana República del Uruguay, e inclusive también con Brasil. Fue como la ruptura de una traba que teníamos como habitantes de esta región.


Que el profundo amor de la conciencia cósmica Los acompañe y los guíe para que este año 2003 se realice en perfecta armonía todo lo que esta dispuesto desde lo alto para la misión por la HUMANIDAD. Con amor y luz Grupo Rahma Callao (Argentina)

jueves, 7 de abril de 2011

TALAMPAYA


LA SECRETA VIDA EN LA TIERRA


“Las puertas de Ankar han sido abiertas a la Misión Rahma para que su interior surja al conocimiento humano...” HAM - RELL


PRIMERA EXPEDICIÓN - 9 AL 13 DE OCTUBRE DEL AÑO 2002


Introducción


Uno de los objetivos finales de la Misión es llegar hasta los Retiros Interiores de la Gran Hermandad Blanca de la Tierra, ubicados en los lugares más recónditos del Planeta, para acceder una vez allí a la información que conservan sobre acontecimientos importantes ocurridos en diferentes épocas del pasado y que la humanidad todavía ignora.


A lo largo de casi tres décadas en un sinnúmero de expediciones, hermanos de distintos países han venido desentrañando los misterios que como las piezas de un enorme mosaico una vez completado permitirá al género humano conocer su verdadera historia, los lazos que la unen con otras civilizaciones del universo y para que a través del perdón logre generar una verdadera redención cósmica. En el cono sur, la Argentina guarda algunos de esos misterios en las entrañas de su extenso territorio. Uno de ellos comenzó a develarse el 22 de febrero del año 2001 cuando un integrante del Grupo 11 de Buenos Aires, Cristián Sánchez Barros, recibe en comunicación psicográfica un mensaje del guía Oxalc, que como respuesta a una consulta sobre los trabajos pendientes en la Argentina, decía: “La Rioja, busquen el lugar y de allí el centro del portal. Habrá que hallarlo y vencer el olvido y la oposición. Pero vuestros hermanos guías les seguirán de cerca y los asistirán en todo lo que pueda ser imposible para ustedes”.





Trece días después, a través de una proyección mental obtendría mayores precisiones sobre lo que parecía ser un nuevo objetivo de la Misión: “Un guía me conduce al interior de una caverna difusamente iluminada, allí un anciano maestro vestido de blanco, con barbas y cabellos blancos, me muestra en una gran pantalla la zona de Talampaya, en La Rioja. Veo un estrechísimo paso entre dos montañas al final del cual se abre una gran sala a cielo abierto. Allí observo cómo en un remoto tiempo un ser con vestiduras indígenas entierra una esfera de piedra en el suelo..” (7/3/2001)


A partir de allí el Grupo comienza a trabajar y a recepcionar en forma gradual e ininterrumpida cada vez más información, no sólo sobre pautas de lo que la Misión Rahma debía realizar en la provincia de la Rioja y que comprometía a ese grupo de contacto, si no también sobre datos del pasado y presente de Talampaya. Información previa a la expedición Resumen de mensajes:


Lomas de Zamora, Bs.As. 7 de mayo del 2001 “En La Rioja, Talampaya encierra una parte de la vida de la humanidad, Ankar, la ciudad perdida está allí y la esfera del conocimiento debe ser hallada y asimilada”. “Tendrán todo el amor y el apoyo no sólo de nosotros, los hermanos guías en Misión, también deben saber que desde hace ya un año los hermanos de los Retiros Interiores los monitorean y se conectan con ustedes en sueños y en meditaciones”. Antarel-Anitac

Punta Indio, Bs.As. 12 de mayo del 2001 “La Rioja, ya ha sido indicada, Ankar es en el plano dimensional el nombre dado a la ciudad de los retiros y es allí donde ustedes deben adquirir el conocimiento (...)”. Oxalc – Mardorx INTA Castelar - Bs.As.


14 de julio del 2001. “Ankar es la ciudad perdida que aún pervive en el corazón del cañón rojo. Habrá más que será dado en su momento según vuestro avance de trabajo consciente y concreto”.Xendor Bariloche - Río Negro,


10 de noviembre del 2001 “...Como intuyen y parte importante de todo este proceso, en el 2002 los grupos de la Argentina, en conexión con los hermanos comprometidos de la Misión a escala internacional, visitarán Talampaya. En aquel lugar, que se halla interconectado con puertas dimensionales ocultas en la geografía de sus cercanías, existe la ciudad intraterrena de Ankar. Inicialmente construida por mentes extraterrestres, y más tarde ocupada por civilizaciones avanzadas de la Tierra, Ankar es el testimonio y mensaje de los últimos supervivientes del último cataclismo global que afectó al planeta”. Antarel


Todo lo recibido señalaba claramente que un grupo comprometido de hermanos en representación de la humanidad debería llegar a Talampaya y recibir inicialmente el conocimiento del lugar.

Pero a su vez contaba una historia que decía que en la zona denominada Ciudad Perdida, existiría una antigua ciudad intraterrena llamada Ankar, cuyo origen se remontaría a un muy lejano tiempo atrás, cuando habrían llegado en una gran nave seres provenientes de Orión, instalando un laboratorio biogenético y llevando a cabo innumerables hibridaciones y experimentos genéticos con resultados diversos.

También la información daba cuenta de un conflicto intergaláctico y sus trágicas consecuencias en Talampaya. Que pasado este episodio con el tiempo el sitio volvió a ser ocupado por remanentes de la civilización atlante fundando la ciudad intraterrena de Ankar, lugar en donde se encontraría hasta hoy uno de los doce discos solares que se enlazan con el gran Disco del Paititi. Además una enigmática relación uniría a Ankar con Egipto, como por ejemplo la común presencia de algunos de sus más conocidos dioses. Con el correr de los meses hermanos de otros grupos también comenzarían a trabajar y a recibir información complementaria sobre Talampaya.

A su vez, y tal como lo sugerían los guías, la información recepcionada durante más de 18 meses fue vinculada con datos geográficos, geológicos e históricos del lugar, hecho que sirvió no sólo para saber cómo era Talampaya, ya que hasta ese momento ningún grupo había tomado contacto con ese lugar, sino que también nos resultó efectivo para corroborar y complementar buena parte de todo lo que poseíamos.


TALAMPAYA: Una descripción del lugar


Situado en la provincia de La Rioja, a 1240 kilómetros de Buenos Aires, el cañón de Talampaya es uno de los 33 Parques Nacionales que posee la República Argentina, y abarca una extensión total de 215.000 hectáreas de territorio tan fascinante como desértico. A éstas características se le suman la constante erosión del viento y también del agua de las ocasionales lluvias que desgastan a través del tiempo las paredes y las piedras del Cañón.

En Talampaya existe una zona denominada curiosamente Ciudad Perdida, constituida por un gran cráter y en su centro se eleva un solitario cerro de basalto negro en forma de pirámide. Ciudad Perdida situada en el hemisferio sur, es atravesada exactamente por el paralelo 30º, que a su vez pasa por el sur del continente africano (lugar donde la ciencia ubica los primeros rastros del Homo Sapiens); por la Reserva Natural del Gran Desierto Victoria, en Australia y muy cerca de la isla de Pascua (Lugar donde habría estado situado el continente de MU). Todo ello guarda una especial similitud con otros lugares que han sido señalados como sitios sagrados por las más antiguas civilizaciones. A este respecto resultó interesante recordar que en el hemisferio norte, el paralelo 30º atraviesa la meseta de Gizeh, en Egipto, lugar donde se levantan las tres grandes pirámides. Pero además siguiendo una línea imaginaria, ese paralelo también pasa por la zona donde habría estado ubicada la Isla de Poseidón, capital de la Atlántida; también por Coral Castle, con sus pesadas y extrañas construcciones de coral, en la península de la Florida; por el Círculo del Dragón, en el mar de China y finalmente por muy cerca del Monasterio de Lhasa, en el Himalaya. Todos lugares muy especiales por cierto, pero había algo más. El paralelo 30 tanto en el hemisferio norte como en el sur, tienen algo en común: por ambas líneas pasa el punto neutro de los polos negativo y positivo en los que se divide el campo magnético de la Tierra. Esto, según estudios recientes, habría posibilitado la supresión de la gravedad y con ella gran parte del peso de los objetos, lo que explicaría fácilmente la manera en fueron trasladados los enorme bloques con que se hicieron edificios, pirámides y monumentos.

Pero también, el efecto del punto neutro en estos sitios permitiría más fácilmente la apertura de puertas interdimensionales, como sucede en el triángulo de las Bermudas y el nombrado círculo del Dragón, lugares en donde se han dado las misteriosas desapariciones de barcos y aviones como numerosos avistamientos de naves extraterrestres.

Ciudad Perdida entonces, también estaría alcanzada por estas particulares propiedades electromagnéticas. Aspecto Geológico La constitución de su suelo revela a Talampaya como uno de los pocos lugares del planeta que conserva intacto diferentes períodos geológicos, muy anteriores al surgimiento de los Andes hecho éste ocurrido hace apenas unos 70 millones de años. Especialmente en la zona de los Chañares y Ciudad Perdida existen yacimientos continentales que pertenecen al período carbonífero (345 millones de años) época en que sólo abundaban los insectos, los anfibios y los bosques de helechos. Para la UNESCO Talampaya contiene el registro fósil más completo del mundo en lo que se refiere al Periodo Triásico ( 245 - 208 millones de años) y entre sus formaciones geológicas aguardan intactos los más variados restos que revelan la fauna y la vegetación de ese lugar. Por ese motivo fue declarado junto a Ischigualasto Patrimonio Natural de la Humanidad en noviembre del año 2000. En ese tiempo a la geografía de Talampaya la podemos reconstruir bien distinta;

con lluvias abundantes, gran vegetación, mares interiores, lagos, pantanos y variada fauna en la que ya se encuentran presentes los reptiles surgidos en el anterior período Pérmico, al final de la era Paleozoica. Pero en las proximidades de Ciudad Perdida durante el período Triásico (por restos fósiles hallados últimamente), es donde tiene lugar uno de los acontecimientos más importantes de la evolución: el surgimiento de los reptiles-mamiferóides, antecesores de los primeros mamíferos y clave para comprender el origen de los proto-homínidos y de ellos el primer homo sapiens, hecho que todavía la ciencia moderna se encuentra estudiando y no ha podido develar por completo.

Aspecto Arqueológico


En la denominada “Puerta de Talampaya”, lugar próximo al inicio de su gran cañón, se encuentran los petroglifos que según estudios científicos pertenecerían al período más temprano existente allí, son abstractos y geométricos, aunque también existen claras figuras: humanoides, grabados de manos, pies con seis dedos y espirales, a los que se les atribuyen una antigüedad de al menos 4.000 años. Los grabados en la zona de “los pizarrones”, ubicados dentro del cañón, a juicio de los estudiosos pertenecerían en cambio a un período más tardío y sus representaciones indicarían una elaboración más simple, aunque comprobaríamos más tarde que de su lectura en realidad pueden extraerse notable información que complementa a la anteriormente citada. Por la alfarería y utensilios hallados, se sabe que en la zona habitaron diferentes sub-culturas Diagüitas: Las culturas Ciénaga, Cóndor-Huasi y posteriormente la Aguada. También habrían estado presentes los Capayanes, pueblo del que poco se sabe, más allá de haberse caracterizado por ser sus integrantes de estatura superior al común de los nativos de la zona. Pero según todos los relevamientos realizados por antropólogos no se hallaron rastros de que los nativos alguna vez se hubieran establecido en esos territorios, llegando a la conclusión de que Talampaya siempre fue un lugar sagrado de ceremonias e iniciaciones y al cual periódicamente se dirigían los nativos en escaso número a recordar algún acontecimiento extraordinario sucedido allí. En cuanto a lo que significaría el vocablo “Talampaya” existen distintas versiones. Una dice que provendría de una voz quechua formada por las siguientes palabras: tala: árbol común de la región; paya: blanquecina, o sea "tala blanca" (en La Rioja, tala es voz femenina). Aunque la versión más corrientemente aceptada dice que significa “Río seco del tala”. Pero en realidad su significado sigue siendo otro verdadero misterio. Clima y fauna Las temperaturas casi extremas predominan tanto en verano como en invierno. Sensibles variaciones son detectadas durante el día y a la noche las diferencias son notorias. Los veranos son cálidos, con máximas que pueden superar los 50º C al sol, e inviernos con mínimas absolutas de 7 a 9 º C bajo cero.


La radiación solar es alta. Los vientos soplan durante todo el año, siendo el viento zonda uno de los más violentos. Es característica la baja humedad tanto en verano como en invierno, salvo cuando se producen lluvias torrenciales muchas veces acompañadas de granizo. Estas son temporarias y la mayoría de las veces se producen en verano, siendo muy raras en invierno. En cuanto a la fauna es de lo más variada. Allí convive todo tipo de animal: puma, gato del monte, toro salvaje, guanaco, chancho del monte, zorro colorado y zorrino. También boa constrictora, vívora de la cruz, coral, yarará, cascabel, escorpión, iguana, vampiro, murciélago, cóndor andino, águila, halcón, ñandú y chuña, por nombrar sólo alguno de ellos.


Los objetivos del viaje


Buenos Aires, 8 de marzo de 2002

“El 12 de octubre, día en que se conmemora el desembarco de los españoles y el viejo continente, es una fecha propicia para unir puntos distantes de razas nativas allí exterminadas. Habrán de ir en más de una ocasión y paso por paso los que vibren con su compromiso y el de la Misión habrán de realizar su parte”. Mardorx "...


Todos los Retiros Interiores están relacionados, mas Roncador y Talampaya guardan un vínculo común: la protección de dos de los discos solares que se encuentran enlazados energéticamente al Gran Disco Solar del Paititi." Antarel


Ituzaingó, 20 de julio de 2002 “Habrán de llegar a Talampaya, Retiro de la Hermandad Blanca, a donde se halla uno de los discos solares que conectan con el Paititi. Quienes están dispuestos para formar parte de esa misión deben saber que serán probados en uno y en todo por las fuerzas de la oposición. Por eso será imprescindible que además de vuestra preparación intensa y equilibrio, deban tener en cuenta siempre la armonía y la idéntica sintonía. Talampaya encierra distintas fuerzas, por eso quienes vayan deberán estar dispuestos a atravesarlas y a enfrentarse con su lado oculto interior. Para quienes no sean parte de la expedición, sepan que el trabajo de apoyo será tan importante como el pequeño grupo que llegue finalmente a los territorios de los Retiros Interiores. Vibren en una sola Misión, sean uno en todo y vuestra parte hecha será”. Oxalc


Buenos Aires, 11 de septiembre del 2002 “Ham-Rell como maestro a cargo del lugar estará en forma permanente con ustedes, mas su presencia será percibida al final del viaje. El guía Mardorx allí estará para un encuentro programado desde hace tiempo. La esfera del conocimiento será incorporada por uno de los que vaya, aquel que ya estuvo allí hace mucho tiempo atrás”. Antarel


Confirmada la fecha nos dispusimos a organizar el viaje, quedando definidos los objetivos en los cuatro siguientes puntos:

• Conectar y corroborar como también ampliar la información recibida acerca de la historia del lugar.

• Entrar en contacto con Ham-Rell, maestro de la Hermandad Blanca a cargo allí.

• Recepcionar la Esfera Dorada del Conocimiento.

• Además existía la invitación a un contacto con el guía Mardorx. El grupo explorador por su parte terminó conformado por Ricardo González, del Perú, y de la Argentina, María Esther Yrigoyen (Prov. de Río Negro), Amalia Michael (Prov. de Entre Ríos), Silvia Verlengia (Capital Federal) y Cristián Sánchez Barros (Prov. de Bs.As.).


El martes 8 de octubre a la noche salimos en bus desde Buenos Aires, todos a excepción de Amalia, que proveniente de Entre Ríos, se unió a nosotros en el camino.


El miércoles 9, a media mañana llegamos a Capilla del Monte, Córdoba, situada a 810 km. al noroeste de Bs.As. donde se asienta el famoso cerro Uritorco (1950 m.) y sus alrededores conocidos no sólo por sus incontables testimonios sobre avistamientos y experiencias paranormales, sino también por que se hallaría allí la mítica ciudad intraterrena de ERKS. Allí nos encontramos con Raúl Valarín, experimentado guía de ese pueblo y dueño de un completo jeep 4 x 4, que habíamos contratado desde Buenos Aires para desplazarnos en el extenso desierto de Talampaya que teníamos por delante. Aprovechamos la breve estadía en Capilla del Monte para visitar Los Terrones, un sitio sagrado de la cultura nativa comechingón llamado así por las extrañas formas que a lo largo del tiempo la naturaleza talló en sus bloques de arenisca roja. El grupo comenzó no solo a integrarse, también a conectarse con el silencio y la naturaleza del lugar.


Esa noche, gracias a los buenos oficios de Raúl, pudimos dormir cómodamente en una pequeña casa en las afueras de la ciudad.


JUEVES 10: Los Petroglifos y el Cañón Temprano, después de cargar los equipajes y hacer algunas compras de último momento, partimos hacia nuestro destino final, al que llegamos después de recorrer 430 kilómetros. La entrada principal del Parque se encuentra en el kilómetro 144 de la ruta provincial nº 26 y desde ella hay que transitar aún 15 kilómetros hacia el noroeste para encontrarse con las instalaciones del puesto de control, que se levanta en la puerta misma del Cañón en medio de un terreno desértico y en el cual sólo existe en pié un centenario algarrobo, árbol autóctono del lugar.


En la única edificación, que la componen la oficina de informes y los sanitarios, también existe una suerte de confitería que como todas las actividades del Parque, funciona solamente en horas de luz solar al no existir energía eléctrica.


Teníamos referencias de que el desplazamiento por el lugar era muy restringido, ya que para seguridad del visitante y protección del medio, todos los recorridos siempre deben hacerse en vehículos propios o del Parque y en compañía de un guía. Cuando llegamos no hallamos al Intendente del Parque, se nos dijo que se encontraba junto a un camarógrafo televisivo en algún lugar del inmenso Cañón, sin embargo para nuestra sorpresa fuimos igualmente autorizados a desplazarnos con toda libertad, excepción que a Raúl, conocedor de tal restricción, le pareció muy extraña. En cambio para nosotros fue una clara señal de que Talampaya abría sus brazos y nos daba la bienvenida.


A partir de allí todo se fue desarrollando sin inconvenientes y tanto las autoridades del Parque como los ocasionales acompañantes no sólo no interfirieron sino que por el contrario colaboraron para que pudiésemos llevar a cabo lo que estaba dispuesto. Gracias a esa “libertad” pudimos realizar uno de los dos viajes de reconocimiento a distintos puntos del Parque que habían sido señalados muchos tiempo antes en recepciones psicográficas.


En la misma Puerta del Cañón, observamos los primeros petroglifos encontrándonos con diferentes símbolos y figuras: una muy llamativa muestra a dos humanoides (foto arriba izq.) con escafandras similares a la que usan los astronautas. También un extraño ser que parece arriar a una serie de animales hacia un sugestivo vehículo espacial. Cuando nos adentramos en el rojo cañón que tiene paredones de hasta 180 metros de altura, pasamos frente a las distintas figuras formadas por la erosión que se las conoce con diferentes nombres:

“El pesebre”, “El camello” “La catedral” y “El monje”, hasta que nos encontramos frente a “Los Pizarrones”, otro sitio de grabados que se extiende por más de 10 metros en uno de los paredones. Allí también dimos lectura a los más variados dibujos: un hipocampo, figuras reptiloides, el símbolo de la serpiente, pisada de animales, flechas hacia arriba y hacia abajo, una cruz de lados iguales y la más impactante figura que todos interpretamos como la de un embrión humano.


Todo ello nos hizo pensar en un antiguo laboratorio genético emplazado en algún lugar de allí. Continuamos nuestra marcha por el lecho del río y dejando atrás la figura del gran cañón, atravesamos un amplio campo desértico con unos pocos matorrales y árboles en el camino. Varios kilómetros más adelante llegamos a la entrada de “Los Cajones” que se levanta como una continuación del Cañón pero mucho más angosto y con paredones algo más bajos (ver foto de la portada).


Su nombre coincide realmente con la sensación de estrechez que se siente cuando se camina por su angosto sendero. En algunos lugares el ancho del cañón no supera los 10 metros y se extiende en zigzag por 15 kilómetros hasta que finaliza en la naciente del hilo de agua que se deja ver en todo su recorrido. En esa oportunidad sólo nos adentramos unos cientos de metros por el estrecho cañón hasta llegar a un recodo en donde descansamos, bebimos el agua de la vertiente y nos quedamos algunos minutos en silencio.


En ese lugar todo el grupo experimentó un mágico momento al sentirse acogido y envuelto en una paz especial. Con esa singular sensación emprendimos la vuelta y a mitad de camino, nos encontramos con el guardaparque - Intendente de Talampaya y máxima autoridad allí con poder de policía. Estricto y ajustado a las leyes, como todo guardián, resultó ser este alto hombre que sin embargo nos allanó todos las caminos.


Enseguida fuimos invitados a volver a la zona de los primeros petroglifos para observar unos grabados que no vimos por estar fuera del circuito de los turistas. Allí pudimos apreciar una pirámide escalonada que coronada en su cúspide con una chakana o cruz incaica, muestra a cada lado dos sugestivos planetas o lunas. También apreciamos pies con seis dedos y figuras geométricas, algunas de las cuales son idénticas a las que se encuentran en los retiros de la Hermandad Blanca del Paititi y Cueva de los Tayos. También un gran cuadro que muestra entre extraños artefactos a guerreros armados enfrentados a otros que poseen alas, todo este conjunto nos dio la idea de que allí alguna vez se desató una intensa y decisiva batalla entre más de una civilización. Antes de despedirnos del Guardaparque, acordamos realizar con él al día siguiente un viaje a Ciudad Perdida, distante a 30 kilómetros de allí y pasar el día entero recorriéndola. Como ya caía la tarde, decidimos acampar enseguida en cercanías de la Puerta de Talampaya y por la noche nos dispusimos a recibir en comunicación nuevas pautas de los guías.


Luego de relajarnos comenzamos una serie de mantralizaciones y no tardaron en llegar los mensajes. En ellos nos confirmaban el día 12 de octubre como la fecha en que uno de nosotros accedería a territorios de la Hermandad Blanca a través de un paso interdimensional que se formaría en “Los Cajones” para recibir la Esfera Dorada del Conocimiento.


Los mensajes:


Fecha: 10 de octubre de 2002 Hora: 22:30 Lugar: Talampaya Antena: María Esther Yrigoyen El amor será la base del trabajo a realizar; únanse y su fuerza sellará el trabajo. Ankar los espera y el disco debe ser activado con el esfuerzo de todo el grupo. Estén atentos a las señales y sientan que todo es en representación de la Humanidad. Los estaremos apoyando y no estarán solos; estamos muy cerca. Dejen fluir el amor hacia esta parte de la Tierra y el perdón desde lo profundo de vuestros corazones. Es un tiempo muy especial para la Argentina y estamos para apoyarlos en este trabajo. Posiblemente hagamos contacto con alguno de ustedes para sellar el pacto. Con amor Anitac


Fecha: 10 de octubre de 2002 Hora: 22.30 Lugar : Talampaya - La Rioja Antena: Silvia Verlengia Estamos aquí con Amor apoyándolos. No les fue fácil llegar hasta aquí, mas esto estaba señalado desde hace mucho tiempo. Como vienen sintiendo, en la zona de Los Cajones es un buen lugar para establecer el contacto con nosotros y con los Antiguos. Ese lugar guarda parte de lo que aquí ha sucedido. En Ciudad Perdida harán un acercamiento y las condiciones se darán de una forma que no imaginan y contundentemente. Asciendan el Cerro Negro, y al tener una visión general recordarán aún más y comprenderán la historia del lugar. Entréguense más, únanse más como lo están haciendo; confíen y lograrán los objetivos que hasta aquí los trajo. Con Amor, Anitac y Oxalc


Fecha: 10 de octubre de 2002 Hora: 22,30 Lugar: Talampaya – La Rioja Antena: Cristián Sánchez Barros Amados hermanos en la luz. El amor los ilumine y los proyecte al corazón del Todo Con amor Xendor Amor en Rahma Mardorx en contacto Esta noche vuestros corazones vibran en unidad con la luz del Profundo Amor. Talampaya ya ha sido signado para que ustedes vivan en nombre de muchos y de la humanidad todo lo que está previsto que vivan.


La esfera de conocimiento dorada habrán de buscarla en la zona de Los Cajones, más allá de donde acabaron vuestros pasos. En Ciudad Perdida mañana vivan el lugar, mas tendrán la oportunidad para sentir lo que allí sucedió y aún hoy hay: el disco solar que habrá de activarse al terminar todo lo que deban hacer. Esta noche les estamos irradiando para prepararlos para una experiencia dimensional. Con amor Mardorx


Pregunta: ¿Que sucederá el 12 de octubre? El 12 de octubre está dispuesto el contacto. Conéctense el mismo 12 y habrán de saber cuándo será. Mardorx Después de haber leído los mensajes el apoyo de los guías se hizo manifiesto y como confirmación observamos una canepla que -lanzada desde una nave- permaneció con su luz intermitente justo encima del grupo por algunos momentos. Pero además hubo múltiples avistamientos que duraron todo el tiempo que nos mantuvimos despiertos aquella noche.


VIERNES 11:


El cerro piramidal de Ciudad Perdida


Muy temprano esperamos en la ruta principal la llegada del vehículo del Intendente con quien emprendimos los más casi 26 kilómetros que nos separaban de la Ciudad Perdida.

Internados en medio de cauces de ríos secos y polvorientas huellas llegamos primero a una zona llamada Los Chañares.

El sitio está compuesto por estratos del triásico, antes de que surgiera el cordón andino. Allí pudimos confirmar por fósiles de plantas y pequeños caracoles a la vista, que en toda esa zona hoy desértica, hace millones de años hubo lagos y selvas, tal como en muchas meditaciones habíamos podido observar.

Siguiendo algunos kilómetros más adelante, finalmente llegamos al pié del enorme cráter en donde se encuentra “Ciudad Perdida”, formada por innumerables pasadizos y calles que la erosión del viento y el agua han producido a lo largo de milenios. En medio de esa geografía entre rojiza y rosada se yergue similar a una pirámide de base cuadrada el enigmático cerro negro de basalto conocido allí por el nombre de Mogote Negro.


Todo ese lugar despierta el interés no sólo de los pocos visitantes que se llegan hasta allí, sino también de la Agencia Espacial Norteamericana (NASA) que según supimos de boca del guerdaparque, ha venido fotografiando satelitalmente la zona por alguna oculta razón. Al bajar y caminar por su complejo laberinto de calles sentimos una atmósfera muy diferente a los anteriores lugares visitados, algunos de nosotros fuimos fuertemente invadidos por un sentimiento de tristeza y desolación. Por momentos fue como si nos halláramos entre las ruinas de una fantasmal ciudad que fuera devastada por una gran guerra. Allí nos encontramos con el único petroglifo al que le falta una parte y del que sentimos que reproduce un mapa subterráneo del lugar.


Ciudad Perdida, 11 de octubre del 2002: Un permanente y oportuno cielo nublado, nos permitió recorrer varios kilómetros de su interior pero igualmente debimos regresar al ver agotada nuestra existencia de agua. No obstante, permanecimos el tiempo suficiente para compenetrarnos con el lugar y sentir que en un futuro habríamos de volver allí, al corazón de Ankar. De regreso al campamento, quedamos nuevamente con el Intendente concluir al otro día los preparativos para volver a los Cajones. Esa noche el grupo analizó durante varias horas distintos aspectos del Plan Cósmico.


SÁBADO 12:


Un encuentro con los Maestros


En la madrugada del sábado Cristián durmió poco y entrecortadamente.


Podía percibir con claridad la cercanía de los guías, sentía que le hablaban y que le armonizaban su cuerpo. Así transcurrieron las horas hasta que salió de la carpa cuando su reloj marcaba las 5,15 y apenas comenzaban las primeras luces del alba.


Una vez afuera, se alejó del campamento y se puso a buscar un árbol pensando en un resguardo posible para un día que ya se presentaba caluroso.


Caminó por entre las piedras hasta que encontró un quebrado de mediano tamaño pero que la soledad del desierto lo hacía parecer mucho más importante.


Después tuvo el impulso de seguir hacia adelante, cruzó el ancho cauce de un río seco y no mucho más allá comenzó a sentir una desagradable sensación en la boca su estómago, era como un vacío y un gran dolor interior causado por el lugar en que estaba. En apariencia el terreno no se diferenciaba de lo que había visto atrás, arena roja, raleados matorrales y piedras desgastadas por la erosión.


Cerró los ojos y pudo visualizar que en otro tiempo se habían sucedido grandes luchas nativas y que muchos habían sido enterrados allí mismo. Ese era el significado de tanto dolor en él. Luego, volvió a cruzar el río y del otro lado desapareció todo el malestar. Enseguida decidió regresar al campamento.


Tiempo después, todo el grupo se encaminó a donde estaba el quebrado y allí realizamos una meditación que dirigió Richard al interior del cerro piramidal, hasta el recinto donde se encontraba la Esfera Dorada del Conocimiento.


Cristián relata así su vivencia: “Allí me encontré con Ham-Rell, maestro de la Hermandad Blanca a cargo de la entrada de la Ciudad Cristal en la Tierra y guardián del Templo de Ankar, quien me indicó que posara las manos sobre la Esfera Dorada que tenía enfrente. Estaba suspendida a un metro y medio del suelo y que sobre su base superior tenía una flama dorada en forma de espiral ascendente. Al hacerlo de inmediato un enorme y complejo laberinto cuadrado, algo muy similar a un circuito integrado, ocupó toda mi mente y me vi disparado hacia el espacio. Pasé por distintos planetas, estrellas y sistemas solares, hasta que sentí que llegaba a los confines del universo, allí me encontré flotando en un tiempo sin tiempo, todo transcurría lentamente, me sentí como si formara parte de la propia expansión del Cosmos. Así permanecí hasta que la voz de Ham–Rell me dijo que quitara las manos de la Esfera. Cuando las retiré, descubrí que junto a él ahora se estaba el maestro Alcir, guardián del Retiro Interior del Paititi. El verlo me causó tal sorpresa que pensé: “¡Esto Richard no me lo va a creer!”. Al instante el Maestro leyendo mi mente me dijo “No te preocupes Hell- Aham, también Nordac está viéndome y esa será su confirmación y la tuya”. Alcir también me dijo que no debía sorprenderme de su presencia, ya que Paititi y Ankar están íntimamente relacionados entre sí por ser enclaves importantes de la Hermandad Blanca. Dicho esto se despidió de mí con su mano en alto, al tiempo que Ham-Rell me indicaba que escribiera un mensaje”.


De vuelta de la meditación cada cual comentó su experiencia. Raúl, quien no pertenece a los grupos de contacto, comentó emocionado: “Me dijeron que yo estaba de apoyo y que tenía que entender y respetar los trabajos que ustedes iban a hacer” . Silvia por su parte pudo visualizar al maestro Ham-Rell.

María Esther en cambio, sintió la presencia cercana de los zunkies (seres que habitan los retiros interiores y custodian sus galerías) y se proyectó a Ciudad Cristal donde observó que sus edificios eran de una tonalidad Azul. Cuando le tocó el turno a Cristián y comentó lo vivenciado, Richard exclamó “¡Alcir me dijo lo mismo, que tú también lo estabas viendo a él!” y también observó la presencia del maestro Ham-Rell junto a Alcir.


Los mensajes recibidos decían: Comunicación: 12 de octubre del 2002 Lugar: Talampaya - La Rioja, Argentina Hora: 10:00 a.m. Antena: R. González Con amor divino, Joaquín con ustedes: Los caminos a Ankar son muchos, pero sólo uno conduce a la flama ancestral que fue encendida para iluminar el camino de otros. El camino sólo puede ser iluminado por el conocimiento, que al ser portado por un alma valiente, que sepa vencerse a sí misma, adquiere el brillo eterno de la sabiduría, el legado de las edades anteriores de vuestro planeta que permanecen ocultas y protegidas por los hermanos de los Retiros Interiores. Está señalado que pueden recibir hoy, en representación de muchos, la esfera dorada de Ankar. Sepan guiarse con el corazón y los ojos de la intuición para saber sentir y ver el umbral que conecta con lo sagrado. Esperen nuevamente las manifestaciones de los Hermanos Guías. Ello será la señal para el ingreso. Uno de ustedes accederá. Pero en el futuro serán los más quienes tengan la oportunidad de conocer el mensaje y realidad de los Retiros Interiores. Sigue apoyándolos Nordac, y prepárales para que en un futuro próximo puedan conocernos físicamente. Volverás aquí en nuevas ocasiones. Paz y amor en los objetivos de Rahma Misión, Joaquín Desde el alto Paititi, Alcir proyectándose: Cuando la esfera de luz sea recibida, será el momento del despertar del Disco de Ciudad Perdida. Un grupo que estará marcado por la vibración femenina hará vibrar el Mogote Negro y activará la antorcha plásmica de la herramienta allí encerrada. Así será, Con amor Alcir


Fecha: 12 de octubre de 2002 Hora: 10:00 a.m. Lugar: Talampaya – La Rioja Antena: Cristián Sánchez Barros Amados hijos de la luz Ham-Rell desde el retiro sagrado de Ankar Vuestra presencia en este lugar de Talampaya fue programada desde hace tiempo largo ya. Como caminantes cada uno en su proceso y evolución han ido sorteando cada una de las dificultades que son para su despertar y conocimiento. Amados hijos, pronto habrán de palpar nuestra existencia, mas uno será en representación de todos invitado a ingresar aquí. Prepárense desde ahora que a temprana noche habrán de tener todo dispuesto para vuestro acercamiento. Que la luz del Padre los guíe. Amor en la luz Ham-Rell


Una vez leídos los mensajes, corroborada la información y las pautas de los Maestros para el trabajo de la noche, sólo nos restaba decidir quién de nosotros viviría la experiencia de ir al encuentro con la Hermandad Blanca.


Fue un instante de mucha emoción cuando unánimemente coincidimos en que Cristián tenía que ir, por ser el que más vinculado estaba con el lugar y porque había estado desde el principio en todo lo que dio origen a la expedición. Allí sentimos llegar al final de un largo camino que comenzado 20 meses antes. Comprendimos el porqué de haber vivido todo lo vivido durante ese tiempo. Los viajes y salidas a distintos lugares y con tantos hermanos de Argentina y de otros países. Todo había sido una preparación para este momento tan importante que estábamos transitando ahora en el sagrado Talampaya. Después, aprovechando la soledad que nos ofrecía el desierto, decidimos realizar un trabajo individual de silencio y perdón, por medio del cual buscamos conectarnos con nuestro templo interior y así disponernos mejor para lo que tendríamos que afrontar como grupo horas más adelante. Un hora más tarde, nos fuimos reuniendo bajo el alero de la confitería principal y pasamos allí el resto de ese caluroso atardecer. También aprovechamos para convenir con los guarda parques cuál sería el guía nos acompañaría a la zona de Los Cajones.


Alrededor de las seis nos pusimos en marcha esta vez en compañía de un joven y callado guía riojano con el cual sumamos el número total de siete. Tuvimos tiempo para que mitad del camino ascendiéramos un monte desde el cual pudimos gozar de una incomparable vista de los imponentes paredones rojos de Talampaya. Allí, en lo alto de una terraza natural tuvimos el raro privilegio de observar a cuatro cóndores sobrevolar por encima de donde nos encontrábamos. Los señores de los Andes, como se los suele llamar, describieron círculos varias veces, y en un momento dado tres de ellos pasaron alineados uno al lado del otro, lo que nos recordó por su similitud al cinturón de Orión. También observamos a los cuatro formar una cruz en el cielo imponentemente azul. Así estuvieron describiendo líneas y círculos por algunos algún tiempo más hasta que repentinamente se marcharon. Esa tarde no sería el único encuentro con habitantes naturales de Talampaya. En el descenso de la terraza Cristián le advirtió a Silvia sobre la cercana presencia en su camino de un ejemplar de la temida “víbora de la cruz”, llamada así porque lleva dibujada una notoria cruz en la cabeza. Acaso esa cruz, como la del vuelo de los cóndores, la del petroglifo en los Pizarrones y la de la pirámide escalonada en la Puerta de Talampaya, nos estuvieran recordando el origen y el compromiso cósmico con la evolución que individual y grupalmente teníamos por delante. De nuevo emprendimos la marcha y después de atravesar varios kilómetros del extenso desierto divisamos otra vez los paredones del estrecho cañón que forman “Los Cajones”.


En ese momento apreciamos claros fogonazos, como los que suelen proyectar los guías para irradiar los lugares próximos a una experiencia, que provenían exactamente de la zona hacia donde nos dirigíamos. Cuando llegamos a Los Cajones, dejamos el jeep en la entrada y avanzamos varios metros hasta llegar a unas grandes piedras donde nos dispusimos en círculo y mantralizamos nuestros nombres cósmicos, a modo de presentación ante los guías y maestros. También por algunos minutos vocalizamos el mantram Om y luego nos quedamos en silencio mirando el cielo a la espera del avistamiento de confirmación que tendría que darse antes de las 9 de la noche, esa sería la señal.


Ingreso al Cañón Estrecho Rojo Faltando cinco minutos para la hora, todos vimos una luz brillante cruzar el firmamento en dirección a la profundidad del Cañón, y casi detrás de ésta, apareció otra en la misma dirección. Con tal confirmación todo el grupo despidió a Cristián quién dejó su linterna y caminó con paso firme hacia la oscuridad del cañón. Lo que sigue es el relato de su experiencia: “Después de la confirmación, al despedirme Richard me repitió en voz baja lo que el guía Mardorx telepáticamente le había dicho que me transmitiera: “Recuerda que todo lo que veas y sientas allí adentro, es real”. Con estas palabras resonando en mi interior abracé a todos, incluso al callado guía que para mi sorpresa se llamaba Cristian, y avancé por el medio del estrecho cañón. Podía oír mis propios pasos en el suelo arenoso y húmedo por los hilos de agua que corren a ras del suelo.


Giré a la derecha sin mirar hacia atrás y continué despacio con las manos a la altura de los hombros, tratando de percibir cualquier cambio de temperatura en el ambiente. A través de la escasa abertura que dejaban lo dos paredones que conforman el cañón observé en el cielo una luz que avanzaba lentamente delante de mí y al llegar a la siguiente vuelta se detuvo esperando que llegara para seguir avanzando, eso mismo lo repitió otra vez más y después se perdió de vista.


Al rato de andar en la oscuridad me detuve por un momento pensando cuánto más tendría que recorrer de ese laberinto. En ese momento oí lejanamente a los muchachos mantralizar la clave vibratoria Zin-Uru y emocionado recordé entonces a los hermanos de los grupos que estarían apoyándonos en diferentes partes del país y el mundo. La emoción entonces se transformó en una gran fuerza interior que me impulsó a continuar hacia adelante. Seguí avanzando por un suelo de arena y pocas piedras, muchas veces a tientas, ya que por largos tramos no ingresaba en absoluto la luz de la luna lo que convertía al zigzagueante cañón en una oscura como interminable caverna.


En mi marcha el silencio solo fue roto varias veces por el chirrido de bandadas de murciélagos que aleteaban por sobre mi cabeza. Lentamente seguí así mi marcha hasta que en un momento determinado comencé a inquietarme porque hasta ese momento no había percibido ninguna señal ni presencia. En ese momento una clara voz me habló al oído: “cálmate, detente y respira profundo”, así lo hice, cuando me recuperé sentí vocalizar la palabra Rahma y seguí andando. Desde ese momento muchas veces sentí esa voz -a la cual asociaba con el guía Mardorx- indicarme que conservara la calma realizando respiraciones lentas y profundas. Encuentro con Mardorx Seguí avanzando por unos cien metros o más, para volver a dar la vuelta de nuevo en ese zigzagueante camino de angostos paredones. Continué caminando hasta que en un recodo giré a la izquierda y me encontré de frente con una figura luminosa grabada en una piedra de un metro y medio de alto. Al acercarme más comprobé que reproducía exactamente al petroglifo del “astronauta” que habíamos visto en la Puerta de Talampaya, distante a muchos kilómetros de donde me encontraba. Este astronauta era unas cuatro veces más grande de tamaño, debía medir cerca de un metro de altura, su imagen de color blanco fosforescente era perfecta y parecía fluir de la misma piedra. Asombrado, cuando pasé por al lado toqué la figura con la mano para ver si era real y la sentí lisa y fría como toda la superficie de la piedra. Por un tiempo más seguí avanzando con la esperanza de que alguien viniera a mi encuentro, pero sólo escuchaba mis pasos y por momentos el sonido de muchos pasos acompañando los míos y no se trataba del eco del cañón. Si bien no los vi, sentí que eran Sunkies los que curiosos me seguían en medio de la oscuridad reinante. La sensación fue extraña, de tranquilidad y acompañamiento, como quien se reencuentra con antiguos y queridos amigos en el camino.

Así continué mi avance hasta que me detuve y en voz alta exclamé: “Hermanos mayores, hoy es 12 de octubre del año 2002, fecha para la cual hemos sido convocados. Aquí vengo yo, no sólo en mi nombre sino en representación de otros, de toda la humanidad, para que se dé lo que tenga que darse, aquí estoy” dicho esto volví a emprender la marcha y a partir de ahí comenzaron a aparecer repetidamente a los costados de los paredones grandes flechas también fosforescentes que en posición horizontal parecían indicarme que siguiera hacia adelante. Sin embargo el silencio seguía siendo total, tanto que en un momento dado y sin saber cuanto tiempo había estado caminando, detuve mi marcha y grité a la oscuridad del cañón “¡Mardorx, acá estoy, ven a mi encuentro!”.


Luego caminé en la oscuridad hasta que de pronto observé en medio del camino que tenía por delante un círculo de luz blanca brillante, era como si un reflector enfocara desde lo alto a ese determinado lugar. Sentí que debía sentarme allí y cerré los ojos con intención de meditar, pero una fuerte presencia a mis espaldas me hizo levantar y girar hacia atrás. A pocos metros de donde estaba divisé una figura alargada y enseguida supe quién era. Mentalmente le pedí ver su rostro y al instante todo su cuerpo se iluminó, se trataba del guía Mardorx con el que me había venido comunicando por más de un año y al que ahora podía observar en detalle: llevaba un traje enterizo color celeste grisáceo, cinturón y botas, los puños de las mangas ceñidos y sus manos estaban libres. Avanzó unos tres pasos y yo también di un par de pasos en su dirección, pero me detuve cuando sentí que mi corazón comenzó a latir alocadamente. Le pedí que no avanzara tan rápido porque estaba tratando de asimilar su presencia y como respuesta el guía se detuvo de inmediato. Después de controlar con la respiración mis latidos, avancé hasta tomar contacto con él, sintiendo enseguida una antigua confianza y un infinito amor. Me quedé observando a este ser de casi dos metros de alto -mi cabeza llegaba a su hombro- de rostro cobrizo, calvo, sin orejas y con una expresión de paz en sus ojos que parecían hablarme. Pasados unos instantes, Mardorx me comunicó mentalmente que no recordaría ese encuentro al salir del cañón, que quedaría velado por algún tiempo para que no me perturbara, pudiera leer los símbolos que tenía por delante y asimilar así el contenido de la Esfera Dorada del Conocimiento. Me remarcó que era importante que active mis recuerdos y recibí pautas personales relacionadas con mi trabajo en la Misión. En ese momento le dije a Mardorx que sentía que nos conocíamos desde hacía mucho tiempo atrás y él como toda respuesta me dijo:“¡recuerda!”. Al instante y a una velocidad inusitada comencé a recordar escenas de muchas vidas pasadas en las cuales él estaba presente y también en distintos momentos de mi vida actual. Estaba concentrado en las imágenes que seguían surgiendo hasta que su voz me hizo volver a la realidad: “Ya es hora de que continúes. Sigue, avanza hacia adelante, que la Hermandad Blanca te espera. Observa todo a tu alrededor, siente y haz lo que sientas”. También me dijo que me preparara ya que en un futuro cercano lo acompañaría en un viaje. “ Adiós amado Hell- Aham, paz y amor” -Se despidió el guía. -Paz y amor, Mardorx -respondí. La Esfera Dorada del Conocimiento Seguí mi camino y de pronto comencé a ver a mi derecha y a mi izquierda símbolos igualmente iluminados por esa tonalidad blanco verdosa, eran perfectas figuras geométricas, figuras humanas, rostros y mapas de la Argentina, de Sudamérica, del mundo en un remoto tiempo, cuando los continentes aún estaban unidos. También fueron surgiendo hacia uno y otro lado puertas rectangulares y trapezoidales que coincidían exactamente con la forma que tenía la roca en ese lugar. En cada una de ellas apoyé mis manos tratando de traspasarlas, pero al parecer solamente se me mostraban. También en mi camino encontré flechas en dirección hacia arriba, señalando el cosmos, y hacia abajo indicando el intramundo. Continué observando las figuras que se me presentaban con gran nitidez a medida que avanzaba. Como a tres metros de altura surgió una perfecta estrella de seis puntas en tridimensión, ya que la pude observar desde varios ángulos mientras avanzaba, frente a ella proyecté mis cristales y vocalicé la palabra Rahma. En completa oscuridad seguía hacia adelante buscando cada punto luminoso que a medida que me acercaba se convertía en una clara figura como todas las demás, en un símbolo concreto. En un momento determinado encontré un sendero lateral a mi izquierda, era más angosto y muy oscuro, avancé por él unos 15 a 20 metros, buscando ver algo, pero de pronto me di cuenta que era todo oscuridad, incluso el clima era distinto, percibí hasta el olor de un animal salvaje. Me detuve, volví sobre mis pasos y retomé el camino principal hacia adelante, el cual por tramos se estrechaba aún más. En un momento dado me detuve nuevamente, y sentí una voz que comenzó a decirme que observara bien todo a mi alrededor y me recomendaba controlar la respiración. Más adelante, me volví a detener al oír la voz de Ham-Rell que me decía: -¿Buscas la Luz? -Sí, busco la Luz –respondí algo sorprendido. -¿Amas la Luz? -Sí, amo la Luz –contesté. -¿Estás dispuesto a seguir luchando por la Luz? -Sí, estoy dispuesto a seguir luchando por la Luz –dije con emoción, al ser consciente de lo que significaba la respuesta que estaba dando. “Continúa tu camino, guerrero de la Luz” – oí decir finalmente al Maestro. Repuesto de esa vibrante situación, seguí caminando al tiempo que miré hacia arriba, como buscando el cielo, y pude ver que en los extremos de cada paredón, dos picos de piedra similares a mástiles que también estaban iluminados por puntos de luz blanca fosforescente. Sentí entonces que estaba entrando a un lugar aún más especial. Al traspasar esa suerte de enorme arco, encontrando otras figuras y más puertas, pero al doblar de nuevo a la derecha, observé a lo lejos que sobre la pared izquierda se dibujaba un perfecto rectángulo de luz que la convertía en un gran altar, avancé hacia él y cuando llegué descubrí que estaba en esa “gran sala a cielo abierto” que había visto en marzo del 2001. Más allá de ella no se observé ningún otro indicio de luz, el camino terminaba ahí. Entonces supe que también allí terminaba mi peregrinar y en ese momento tomé conciencia de que al “leer” los símbolos en verdad había estado asimilado la información que cada uno de ellos contenía. Me puse de espaldas al altar y busqué de dónde surgía aquella luz que iluminaba todo el lugar, descubrí en la cima del paredón derecho una concavidad y dentro de ella observé que estaba colocada lo que parecía ser la luna. En ese instante recordé que alguna vez ya había transitado ese camino y entonces supe exactamente qué hacer. Alcé mis brazos con las palmas hacia arriba hasta hacerlas coincidir con esa luna, la imagen era como si la sostuviese con las manos. Cerré mis ojos y en su lugar comencé a visualizar una esfera que lentamente incorporé a mi pecho, al tiempo que cruzaba las palmas de mis manos mantralizando el OM. Después, apoyando mi espalda sobre el altar me dejé deslizar hacia abajo, pero no llegué al suelo porque me encontré sentado sobre una saliente que había surgido de esa lisa pared y los brazos quedaron sostenidos por apoyabrazos. En esa postura descansé unos instantes con los ojos cerrados y oí de nuevo la voz del Ham-Rell: “La tarea está hecha, ya puedes volver. Nordac te confirmará que el trabajo fue hecho, regresa”. Abrí los ojos, me levanté y comencé a volver por donde había llegado. Pero muy pronto me di cuenta que el camino de vuelta era completamente distinto. No era el mismo, las señales ya no estaban y eso hacía casi impenetrable el sendero. No reconocía el lugar por donde había pasado hacía poco tiempo antes, hasta el suelo era ahora diferente. En mi camino escalé grandes piedras y me fui deslizando hacia abajo a tientas, buscando nuevamente el suelo del cañón y a los tropiezos continué la marcha. En un momento llegué a sentirme tan perdido que pensé en quedarme allí mismo hasta que amaneciera, pero al recordar que mi grupo estaría esperándome decidí continuar. Pese a la total oscuridad sentí que debía seguir hacia adelante, pasando por lugares que me parecieron desconocidos hasta que por fin divisé adelante una silueta entre las sombras y supe que era Richard, que había venido a mi encuentro y con ello se estaba confirmando lo dicho por Ham-Rell. Nos dimos un abrazo y salimos al encuentro con los demás”. Había pasado 1 hora y 20 minutos desde que Cristián se internara solo en el Cañón, tiempo suficiente para que todos esperáramos con ansiedad su retorno. Por eso cuando lo vimos volver, la emoción y la alegría se hicieron sentir en todos los que allí estábamos. De vuelta en el campamento y con la seguridad de que la Esfera Dorada del Conocimiento había sido asimilada en la experiencia interdimensional que se proyectara en el interior del Cañón, decidimos viajar esa misma noche para llegar a Capilla del Monte con las primeras luces la mañana.


El regreso resultó tranquilo pese a que hubo algunos inconvenientes mecánicos que se pudieron resolver en el camino y que nos hizo recordar aquello de que “Una expedición termina cuando cada uno está de vuelta en casa y no antes”. Ya en Capilla del Monte, todos nos despedimos con un fuerte abrazo de Raúl y por la tarde, después de un merecido baño y descanso, abordamos el ómnibus que nos llevaría de regreso a nuestra cotidiana realidad.


Evaluación del viaje a Talampaya:


Fecha: 17 de octubre de 2002 Lugar: Buenos Aires Antena: Silvia Verlengia Como bien sienten, este fue un primer acercamiento al Sagrado Talampaya. Han cumplido con la primera etapa de conectar con la esencia del Cañón Rojo. Volverán y se aproximarán aún más en un futuro, cuando el corazón sea el guía. Esto ha sido de gran aprendizaje para todos y cada uno de los involucrados, y a cada quién según su nivel de conciencia. Vemos en ustedes la capacidad y el Amor para recapacitar sobre los aciertos y los errores cometidos. Unidos por la entrega y la comprensión llegarán a grandes logros. Solo así será. Con infinito Amor Oxalc. ******


Comunicación: 17 de octubre de 2002 Lugar: Asunción, Paraguay Antena: Francisco Camacho “En la Rioja (Talampaya) se ha hecho un trabajo trascendente y que debe alentaros a que se unan a la energía de ese lugar para que ayudados por el Disco allí guardado podáis vosotros alcanzar los objetivos que debéis tener claro como grupo. Dialogad la Misión y conectaos con los diversos centros de los Retiros Internos que os rodean, como Paititi, Wiñaymarca, Sierras del Roncador, Talampaya y otros.” Antarel. Sampiac y Anitac ******


Comunicación: 17 de octubre de 2002 Lugar: Asunción, Paraguay Antena: Ricardo González “En relación a Talampaya, el corazón de los hermanos permitió que las puertas de Ankar se abrieran por primera vez a la Misión RAHMA y recibir la esfera del conocimiento. Y aquel conocimiento que han adquirido, como se les dijo, es una emanación del “Archivo” o “Esfera Dorada de los Tiempos” que es protegida en el mundo intraterrestre de Ankar. También saben que es el primer paso, y que deberán volver allí, de manera especial a Ciudad Perdida, que aún aguarda la definitiva activación del Disco. Para encarar esta siguiente etapa deben trabajar en unidad, confrontando la información recibida y percepciones. Si enviamos distintas partes de esta información que compromete Talampaya a los grupos fue para alentar el trabajo en conjunto y la integración, ya que sólo así se sellará lo pendiente para la Argentina. De igual forma en otros grupos del mundo. Este es un proceso que muchas veces suelen descuidar, y por ello terminan confundiendo nuestros mensajes y enseñanzas. Recuerden que ante todo deben ser humildes, saber reconocer los errores y afrontarlos, porque en ellos crecen y así abren también una puerta que podría conducirles a maravillosos paisajes espirituales que anteriormente no percibieron por quedarse estancados en una sola visión de cuanto les rodea u ocurre. Son GRUPO, células que forman parte de una gran SER de luz, y por tanto deben trabajar en continuo enlace, prevaleciendo el amor frente al deseo de ser protagonistas o a la intolerancia ante el error ajeno. Recuerden que les observamos de cerca. Sabemos que pueden dar más. Estamos cruzando juntos umbrales antes impensables para las anteriores creaciones. ¡Son una nueva generación de caminantes estelares que están trazando el camino del cosmos entero con vuestros pasos! Amor y Luz desde la eternidad, como el eterno Profundo que brilla en ustedes.” Oxalc y Guías de RAHMA Misión ******


Comunicación: 21 de octubre de 2002 Lugar: Ituzaingó – Bs.As. Antena: Cristián Sánchez Barros Amar es el fin y el principio Ham-Rell desde el templo de Ankar. La luz guíe pronto al grupo de peregrinos que habrá de llegarse hasta la base del cerro piramidal en Ciudad Perdida. Allí, en su interior yace el disco solar que se enlaza con los otros y con el gran disco solar en el Paititi. Las puertas de Ankar han sido abiertas a la Misión Rahma para que su interior surja al conocimiento humano y con ello active el recuerdo de aquellos que deberán trazar sus pasos en la dirección que el corazón les dicte por compromisos asumidos tiempo lejano atrás. Ankar guarda parte de la historia del comienzo de las razas y con ella se abre un abanico de caminos que han de transitar los grupos de Argentina. Los días que vienen serán de pruebas y de temple para el corazón Rahma. Mas allí estará nuestra presencia junto al caminante que abrace para sí la gran causa del destino de la humanidad y del cosmos. Paz a los corazones que vibren en armonía con el Todo Divino. Ham-Rell


LA INFORMACIÓN


Queridos hermanos: En sintética reseña pongo a consideración de ustedes el resultado preliminar de lo surgido al trabajar con cada uno de los símbolos y figuras incorporadas en la experiencia interdimensional de Ankar. Todo a su vez fue comparado y complementado con información recibida en meditaciones y comunicaciones tiempo antes del viaje. El último capítulo, titulado Argentum Terra, fue en cambio transcripto tal como fluyera. En la lectura de lo que sigue encontrarán diferentes datos: algunos ya de conocimiento al interior de la Misión, otros que amplían o detallan conceptos también conocidos y nueva información para ser analizada y complementada en el futuro. Me ha llevado y aún me llevará tiempo asimilar lo vivido en Talampaya, por eso fueron necesarios todos estos meses transcurridos desde octubre. Con el corazón en la Luz Cristián Sánchez Barros 22 de mayo de 2003


EL PRIMER DESCENSO


Hace 260 millones de años, a finales de la era paleozoica, una nave procedente de Rigel, estrella situada en la Constelación de Orión, llegó a Talampaya. De ella primero descendió un cosmonauta y luego lo hicieron dos más. Todos estaban vestidos con escafandras debido al clima imperante que en ese tiempo todavía resultaba inestable. Tomaron distintas muestras del suelo e hicieron ensayos con todo tipo de vida del lugar para comprobar su avance y desarrollo en ese punto del planeta. Los nativos, mucho después, a través de los grandes hombres iniciados, pudieron ver en los archivos de la historia este momento y lo dejaron grabado en la piedra como símbolo del principio de todo en Talampaya. El petroglifo de los astronautas que aún se conserva allí recuerda que “Del cosmos bajaron a la Tierra los padres y luego regresaron al hogar más allá de las estrellas”. Los llegados eran guardianes y vigilantes y científicos elegidos por ser los más aptos para las condiciones del planeta, ya que su mismo componente genético de Orión también estaba en las esporas sembradas por los Padres Antiguos, provenientes de la constelación del Cisne, en un tiempo muy lejano antes. Este grupo originario de oriones, primero ubicó el sitio y después instaló una base laboratorio permanente. Luego en diferentes tiempos llegarían más contingentes. Pero posteriomente a esto, como ya es sabido en la Misión, llegaron en una nave laboratorio 7 ingenieros genéticos de las Pléyades entre los cuales estaba Gadriel. En el momento de la llegada de Gadriel, los oriones estaban establecidos en Talampaya desde muy antiguo y habían producido ya más de un toque genético, ayudando a nacer y desarrollar a los reptiles. Buscaban así generar un tipo especial de éstos con el fin de lograr un ser con las características propias de Orión, pero a su vez con algunos componentes de este planeta, del producto de la evolución natural. Por milenios y en distintas épocas, los oriones continuaron manteniendo allí la Base-laboratorio, pero llegó un momento en que hubo diferentes opiniones acerca de cómo seguir trabajando para lograr un ser humano originario. Fue cuando la Confederación decidió agregar al Plan un nuevo enfoque que llevó a enviar al grupo de 7 ingenieros con Gadriel entre ellos y comenzaron a realizar otras combinaciones genéticas que se alejaban del proyecto original de los oriones, basado éste en generar una nueva raza y ser sus padres creadores. Esta variante del experimento trae aparejado desavenencias y tensiones crecientes entre los seres de las Pléyades y de Orión. Tantas que en un momento dado Gadriel y sus ingenieros genéticos abandonan la base y con sus experimentos a bordo de la gran nave laboratorio en la que llegaran se marchan lejos de los oriones para continuar su proyecto. De esta forma, los Elohims Pleyadianos llegaron luego a crear distintos seres a partir de los protohomínidos ya existentes hasta que al final concluyeron con el hombre conocido como el de la raza primigenia o lemuriana.


LA RAZA PRIMERA Y EL HIJO DE ORIÓN


Pero después, en tiempos de la Rebelión de Satanel, todo sería trastocado en Talampaya. Los científicos oriones buscaron seguir con su proyecto original, no fueron obedientes con lo decidido por la Confederación y no apoyaron la variante de los ingenieros de las Pléyades. Pero a su vez Gadriel, influenciado por Lucifer, también buscaría desvirtuar el proyecto humano. La Raza Primera, estaba en condiciones de desarrollar facultades mentales supranormales y sobrevivir al ambiente hostil y cambiante de la Tierra. Pero Gadriel, al inducir al grupo humano a que consuman plantas alucinógenas bloqueó el desarrollo de sus sentidos que le habría permitido rápidamente a toda la humanidad a continuar con la evolución cósmica a través de la conexión de los tiempos. Pero desde el principio del proyecto ya se hallaba incluido el Maestro Jesús en él, quien debió seguir el ritmo evolutivo de los primero humanos y reencarnar para continuar con todo su proceso en la Tierra, desarrollándose como un AM. Los oriones por su parte, habían avanzado con su propio proyecto, que era el de recrear un hijo de Orión, asegurándose así su paternidad y su continuidad evolutiva a través de un ser humano. La Confederación no autorizó ese proyecto y llegó a deportar a sus padres creadores, una pareja de científicos oriones. Pero ese hijo al que llamaron Horus ya había nacido tiempo antes, quien representaba según ellos, la síntesis de Orión y la Tierra. Hasta hoy él se halla en Ankar, en animación suspendida y a resguardo, a la espera de la llegada del Nuevo Tiempo. LA GRAN BATALLA FINAL Hace unos 25.000 años (a.C.), en época de la rebelión Cósmica, la base científica de Orión que también era militar, pasó a formar parte de las fuerzas de Satanel. Dentro de ella no existía un total consenso de ello y hubo quienes desde el principio tomaron una posición ambigua. Principalmente entre los jefes no había una completa convicción a esa rebelión pero muchos de ellos fueron sometidos por la influencia satánica. Es cuando la Confederación de Mundos envía a un contingente de naves a retomar la Base y son atacados. Entonces se producen grandes batallas, muchas armas son usadas y finalmente una gran explosión destruye todas las instalaciones de superficie. Pero no así lo que preventivamente se había reubicado tiempo antes en el interior del gran monte negro protegido por un escudo de energía. Fueron muchos los muertos, tantos que cayeron 24.000 en el perímetro cercano a la Base y dentro de ella finalmente se desató una rebelión a los mandos que respondían a Satanel. Hubo una gran lucha cuerpo a cuerpo que posibilitó finalmente que la Confederación retomara el control. Allí mismo se decidió juzgar por su grado de responsabilidad a todos los jefes con mando y los más implicados fueron condenados a permanecer en cristales en la tierra de Talampaya. Otros en cambio, a punto de desencarnar, fueron trasladados a distintos planetas y hubo quienes volvieron a la Tierra pero como humanos para acompañar el proceso evolutivo y despertar en el Final de los Tiempos compenetrados con todo el compromiso asumido. Debiendo también recordar su origen para no repetir la historia y ayudar a la raza humana a dar su gran salto evolutivo. Con el tiempo la base laboratorio se transformó en una ciudad intraterrena, y antes de que se destruyera la Atlántida, fue cedida por la Confederación para que sea asiento de los maestros Atlantes. En aquel lugar quedó un gran valle de los caídos, donde aún hoy se encuentran los 24.000 seres muertos en la Gran Batalla Final. Como así también los 12 jerarcas oriones retenidos dentro de cristales. Además quedaron los equipos del laboratorio y sus resultados, todo bajo la custodia de la Gran Hermandad Blanca, que fundó allí mismo la ciudad de Ankar que significa “Luz de los tiempos”. LOS ATLANTES Y SUS DISCÍPULOS En tiempos de la destrucción de la Atlántida, grupos remanentes de altos maestros se dirigieron a diferentes lugares del mundo entre los cuales se hallaban Egipto, Roncador, Talampaya, Mojave y México. Los atlantes iniciaron así a los nativos de cada uno de esos sitios. Como sus maestros instruyeron a los más capacitados y les enseñaron a través de un camino iniciático las claves para conocer el pasado, las leyes universales y el futuro. Así surgieron los sacerdotes de Egipto y México. En Sud América fueron los chamanes, machis y hechiceros que gradualmente cambiaron la forma y conservaron la esencia. Pero con el paso del tiempo y la influencia de la oscuridad, las luchas tribales hicieron aflorar los egos y la ambición, desapareciendo en muchos casos todo vestigio de las enseñanzas de los hermanos mayores atlantes. Pero hubo quienes conservaron la esencia pura, que muchas veces a cuesta de innumerables sacrificios personales, supieron mantener viva la llama de la verdad. Ellos y sus descendientes fueron pasando a través del tiempo el conocimiento ancestral. Estos iniciados lograron mantener intacto ese conocimiento y la tradición del contacto con los maestros de la Hermandad Blanca y de los Guías extraterrestres en algunos casos. Ellos fueron consagrados a la luz del Todo para ser los guardianes en la superficie de los Retiros Interiores. Aún hoy existen estos seres que más allá de su apariencia, inapreciable para la mayor parte de la actual civilización, siguen siendo los nexos con el intramundo a partir de un compromiso asumido desde muy antiguo. Talampaya, desde tiempos remotos fue un lugar de iniciación, aunque nunca se estableció en su superficie ningún pueblo nativo de los que lo visitaban en ocasiones especiales. El Disco Solar que yace en la base del cerro basáltico, fue construido por los maestros atlantes con tecnología y material extraterrestre. El material áurico lleva en su interior la piedra azul de Orión que como el corazón del Disco, en ella se concentran las fuerzas del potencial Orión heredado por genética a los humanos terrestres. Así el Gran Disco Solar del Paititi, conectado con cada uno de estos discos teje una verdadera red de energía de luz que potencia la luz interior de todo humano terrestre y también Orión. Después de la Gran Conflagración, debajo del Cerro funcionó por milenios la Ciudad de Ankar, ciudad que luego -en tiempos de la dinastía primera de Egipto y hasta hoy- pasó a ser el sagrado Templo de Ankar. En cuanto a los remanentes de varias civilizaciones existentes allí, desde entonces habitan en la intraterrena Ciudad Cristal, cuya superficie abarca parte de tres provincias argentinas: La Rioja, San Juan y Mendoza. Ankar es custodiada por los Guardianes del Templo y el maestro Ham-Rell al frente de ellos y a corta distancia de allí (en el Valle de la Luna, San Juan), los asiste una base de la Confederación. En Ankar existe un registro vivo de todo cuanto pasó, también se guardan allí los reptiles-mamíferos tocados genéticamente, los reptiles-humanoides y otros tipos de variantes que se experimentaron hasta el nacimiento de Horus. Los ingenieros genéticos oriones supieron compartir la base laboratorio con sus pares de la Pléyades como así también de Alfa Centauro. Pero, como se contó, en épocas de la Rebelión todo fue trastocado. Luego de la lucha satánica, por algún tiempo los vigilantes de Alfa Centauro custodiaron el lugar y fueron quienes instruyeron a muchos seres terrestres a conservar la memoria en el tiempo. Allí también, producto de una experimentación mutante, surgieron por iniciativa de Gadriel los llamados Sunkies o “Hijos de la mano del padre”, que aún hoy en Talampaya como en otros sitios sagrados sobreviven en las grutas y caminos del intramundo protegidos por la Hermandad Blanca. Ello sucedió durante la estadía de Gadriel en Talampaya luego del sabotaje al proyecto lemuriano. ARGENTUM TERRA La Tierra es una verdadera hija del cosmos, en ella han sembrado sus semillas variadas civilizaciones, pero una en especial le dio la impronta y su color azul: Orión. De ese cuadrante provino la semilla primera que sembraron los seres de la constelación del Cisne, en el comienzo del comienzo. La Antártida fue el principio de todo y será el principio del Final del Tiempo Alternativo. Desde allí habrá de surgir de nuevo la presencia crística del Maestro de maestros, aquel que conectó las siete realidades. Así está establecido desde el comienzo. La Gran Hermandad Blanca de la Estrella ha designado a quienes son y serán los mentores del comienzo del Final del Tiempo. Porque todo como una maquinaria perfecta ha de tomar su lugar y así habrán de sucederse los descubrimientos y aperturas que aún faltan de los centros energéticos y moradas sagradas donde se conservan los archivos de la Humanidad terrestre y cósmica. La Argentina en particular guarda 7 centros principales que como vórtices corporales habrán de activarse para unirse. Describen una estrella de seis puntas y el séptimo lugar, en el centro, es el vórtice humano viviente. La humanidad terrestre conectada en cada plano dimensional sabrá, como desde antiguo, llegar al conocimiento total. Una a una, cada puerta de seis, se conectará con la séptima sólo cuando el corazón como llave encienda el espíritu individual con el universal. Más todas las puertas son necesarias porque ellas encierran los aspectos del devenir cósmico y el cambio evolutivo. La Argentada Tierra fue desde un principio señalada para que como una madre geste, alumbre y proteja una nueva semilla de humanidad. En sus entrañas habita por eso la memoria de toda la evolución primera del mundo. En el señero día, ella dará la nota que asociará con las otras notas y una armónica combinación de sonidos se hará sentir, será la música del sonido del corazón. La Argentina, llamada así por ser y representar la energía femenina, sabrá combinarse con el otro universo. Pero las pruebas serán por ello grandes y definitorias. Ella, inserta en el Gran Triángulo del Sur, señala el Norte, dirección por donde ascenderá su energía el día del llamado Final de los Tiempos. Así, desde la blanca Antártida asciende la energía a la argentada tierra y desde ella al gran triángulo del Sur para que llegada al Norte se difunda a Oriente y Occidente, envolviendo al globo en una sola luz purificadora. Así volverá a sentirse a todos los continentes unidos como fueron ayer, cuando una amalgama entera se presentaba entre los océanos. En el presente la Argentum Terra guarda el gran secreto, que es la conexión con el lugar del descenso del Cristo. En Talampaya hoy el Templo de Ankar aguarda a quienes alguna vez y para siempre dejaron su huella en el lugar. Cuando se encienda el Disco del Templo, todo el Cañón difundirá a las cuatro direcciones cósmicas el conocimiento y la historia que guarda, a la gran humanidad de la Tierra y por ella a las del cosmos. La totalidad sabrá hacer luz cuando hayan llegado, luego del primero, los que restan. Porque registros vivos son quienes recuerdan y actúan en orden a su divina luz. El azul espíritu del planeta habrá un día al fin de vibrar primero y luego brillar con la suma de los espíritus azules que vuelven a la morada primera: Orión. El tiempo será uno en el final del camino. Por eso al final de él, los primeros espíritus azules abrirán como llave el corazón del Cañón y saldrá su voz al mundo y al cosmos. ******************




Queridos Hermanos en Misión:


Queremos compartir con ustedes nuestras sinceras reflexiones luego de finalizada esta primera expedición a Talampaya, la que nos dejó aprendizajes a todos los niveles. Hemos debido sortear diferencias con hermanos de algunos grupos, aunque cabe remarcar que prevaleció el entendimiento, la colaboración y la buena disposición para superar las dificultades. Esto que a menudo acontece y no siempre se transcribe en los informes, es un tema que debemos buscar superar a través del sinceramiento y el trabajo evolutivo individual y grupal. En Talampaya también nos conectamos con la soledad del desierto del que tanto nos han hablado nuestros Hermanos Mayores, aquel desierto en que nos encontramos en verdad solos y a las puertas de tomar decisiones importantes que nos exceden a nosotros como individualidades. Tratamos a cada momento de ser coherentes con toda una línea de trabajo aprendida de aquellos hermanos que despertaron mucho antes que nosotros al compromiso con la Misión, quienes a través del ejemplo y el amor, lograron resultados favorables y sostenidos que permitieron ir cumpliendo aquellos objetivos que se esperaban que la Humanidad concretara como parte del Plan. Sabemos que este trabajo que realizamos es sólo la primera etapa de un gran rompecabezas que debemos todavía armar. Que falta más por hacer, que nuestro amado país es muy grande y con mucho por ser develado. Pero también sabemos que con voluntad, fe y esperanza podremos llegar a donde nos propongamos llegar. Así como nos hemos esforzado como país para ponernos a tono con el proceso de la Misión, creemos que también podremos alcanzar los objetivos que nos restan si somos capaces de conocer nuestra misión y la llevamos a cabo a través del amor y el perdón. Como escuela que es la vida misma siempre hay más por aprender y en ese sentido cada expedición y cada objetivo por cumplir se convierte de hecho en una gran prueba colectiva e individual a superar. Esperamos haber colaborado y seguir colaborando así con el fin último de la Misión que es el de recordar y acercarnos cada vez más a nuestra verdadera historia como Humanidad. Nuestro infinito agradecimiento a todos los grupos, en especial a los de Buenos Aires que nos han apoyado tanto espiritual como materialmente A todas las desinteresadas personas que en el camino nos ayudaron a que pudiéramos concretar esta expedición. A los Maestros de la Hermandad Blanca y a los Guías en Misión por su apoyo, presencia y confianza depositada en nosotros.


Con profundo Amor en la Luz Grupo Expedición - Talampaya 2002