Joaquín dijo:

"Hermanos, esencias de lo divino, entren en sintonía con vuestros espiritus, ellos les llevará a la plenitud y serán libres. Sólo a partir de esta libertad, podrán sentir que el Profundo Amor de la conciencia cósmica les habla"

lunes, 11 de abril de 2011

Activación Disco Solar Talampaya

ACTIVACIÓN DEL DISCO SOLAR DE TALAMPAYA

De izq a Der: Andrea, Bibi, Nicolás, mauricio, Richard, Sandra, Paola, Julia, sentada Amalia. Atrás la figura piramidal del mogote negro.


Acabo de llegar de La Rioja, provincia argentina donde se halla el impresionante cañón de Talampaya. Este misterioso paraje, reconocido por la UNESCO como Patrimonio Mundial de la Humanidad, fue el asiento de perdidas culturas nativas y, viajando aún más en el pasado, escenario de visitas extraterrestres hace millones de años.


Y no exagero con la cifra. De hecho en el Parque Nacional Talampaya se han hallado fósiles de dinosaurios en medio de curiosas formaciones rocosas que se remontan al período Triásico; en otras palabras: los gigantes de la Era Secundaria fue ron la razón de peso que motivó a científicos de otros mundos arribar a esta coordenada para estudiar las primeras especies dominantes de la Tierra. Como muchos recordarán, todo esto tiene que ver con aspectos poco conocidos de Orión dentro de la saga del Plan Cósmico;


informaciones que fueron fluyendo en las últimas experiencias y viajes gracias al aporte y trabajo comprometido de muchos hermanos.


No obstante, el reciente viaje a Talampaya que emprendimos no estaba orientado exactamente a este punto. Dentro de la misma reserva, se encuentra un desconcertante laberinto pétreo bautizado como “Ciudad Perdida” —por la imagen que ofrece al verse desde lo alto—; esta curiosa formación se produjo por abundantes corrimientos de lava en el pasado y una posterior erosión de corrientes de agua. En otras palabras, “Ciudad Perdida”, es el cráter de un apagado volcán. Un cráter de tres kilómetros de diámetro, en cuyo centro se alza el otrora núcleo de semejante portento telúrico:


El Mogote Negro. Según los Guías extraterrestres, bajo esta mole se halla una galería subterránea que protege uno de los discos solares de poder. Frente a todo ello, y bajo la sintonía del agosto simbólico, nuestros hermanos mayores nos convocaron a realizar este viaje, y estar al pie del Mogote Negro la tarde del 8 de agosto para sellar la esperada activación del disco de Ankar, la ciudad intraterrena de Talampaya. Diversos mensajes, recibidos con información exacta por numerosos antenas de diferentes ciudades, fueron confirmando esta tarea que contó, además, con el aval de los Guías a través de la presencia de sus naves.


Como una breve síntesis, debo decir que todas las cosas se dieron de una forma mágica e impactante desde que llegamos a Talampaya el día 7 por la tarde. Los guardaparque fueron a recibirnos y nos dieron todas las facilidades para acampar en el lugar y poder hallarnos en el Mogote Negro a las 19:00 h. del día 8 —tal como indicaban los Guías—, a pesar que ese horario está cerrado para el turista.


Cuando llegamos a Talampaya, encontramos el cielo totalmente nublado, y se percibía el ambiente “neutro”, una sensación que muchos de nosotros conocemos y que hemos enfrentado cuando un trabajo importante está por realizarse, previa pugna o movilización de fuerzas en el lugar.


Ni bien levantamos el campamento, advertimos una clara línea de luz describir un arco en el cielo, saliendo por detrás de uno de los macizos rojizos de Talampaya y concluyendo su trayectoria en el lugar donde se halla Ciudad Perdida. Personalmente me llamó la atención este fenómeno, hasta que vi un impresionante resplandor detrás del mismo macizo desde donde parecía salir esa luz. No había tormentas en toda la zona, y la sensación de estar siendo acompañados se incrementaba. Horas más tarde, el cielo se empezó a abrir de una forma inusual, apreciándose con claridad como una gran sombra negra desaparecía, como tragada por una aspiradora. Tuvimos una noche limpia de estrellas, bella como las que he visto en los cielos de Marcahuasi. Y los Guías se empezaron a mostrar ante la alegría del grupo.


Habíamos elevado la vibración no sólo a través de nuestras prácticas de meditación y visualización creativa, sino también cantando, gracias a la inspiración de nuestra querida hermana Bibi Sumay.


Al día siguiente, hicimos el circuito del cañón de Talampaya a pie, una caminata de casi 14 Km. que nos sirvió de mucho para meditar en medio de tan bellos paisajes, dotados de un silencio sobrenatural que invita a la reflexión interior.


A las 15:00h nos dirigimos rumbo a Ciudad Perdida. Cuando llegó el momento del trabajo para la activación del disco, recordé todo lo que habíamos aprendido en situaciones similares, como las que enfrentamos en la Cueva de los Tayos, Monte Shasta, Licancabur, Sierra del Roncador o Kayona, todas esas experiencias con un ingrediente en común: más que complicados ejercicios, una actitud correcta en conexión con el propósito superior que nos llevó allí, es la clave para el despertar de estas herramientas de poder. Luego de haber participado en el primer viaje a Talampaya (2002), veía ahora el esfuerzo de los diferentes grupos de la Argentina que participaron de este proceso con tanto entusiasmo y dedicación finalmente completado.


Mauricio Torres de Chile y yo nos retiramos un poco y dejamos a los siete hermanos de Argentina al pie del Mogote Negro. Fue emocionante verles trabajar con el mantram “Mitakunah”, el nombre o vibración de esta herramienta y que nosotros también pronunciamos mientras sentíamos en nuestros corazones cómo se encendía en luz.


Nicolás Segovia, el único varón en el grupo de siete, dirigía el trabajo sobre la base de la “Gran Transformación”, aquel decreto de poder que entregó Alcir en Monte Shasta y que empleamos en aquella ocasión para activar el disco de la montaña blanca: La Gran Transformación Del corazón de luz del Sol Central, Al corazón de luz de nuestra estrella, Que la fuerza vital de activación, Llegue a la Tierra y envuelva a los seres. Que el fuego de amor del centro de la Tierra, Encienda la antorcha del espíritu humano, Que se ilumine su frente y se abran sus brazos, Y que estos reciban la luz cósmica del gran centro galáctico. Que el recuerdo consciente, el amor y el servicio al Plan, Sea la consecuencia de la Gran Transformación. Que el perdón estelar que espera silente en nuestros corazones, Grite su amor a todos los confines del Universo. Que el signo del retorno de los orígenes, El cambio futuro en el cual creemos, Prepare el advenimiento inminente del Maestro y Señor del Tiempo. Porque por ello estamos aquí. Porque por ello somos. Y porque por ello seremos.


Una emoción desbordante brotó de nuestros compañeros cuando ellos culminaron el trabajo cerca de las 19:00 h. El Mogote Negro, que no lucía así en esta oportunidad, sino bello y amable, como si su basalto hubiese sido opacado por la luz que transmitía, parecía hablarnos, como si estuviera dándonos las gracias. Los muchachos estaban contentos. Pocas veces he visto a un grupo tan conmovido interiormente. Y no era para menos.


De regreso al campamento base, a bordo de una camioneta del parque, una luz rojiza se encendió y desplazó en el cielo llamando la atención de Ariel, el guía de Ciudad Perdida que nos había acompañado al pie del Mogote. Inmediatamente me acerqué a la ventanilla, logrando echar un vistazo afuera y, aunque no logré ver la luz que inquietó al guía del parque, observé una nave desplazándose velozmente por encima del vehículo. Fue bueno saber que ellos, nuestros queridos hermanos mayores, estaban en todo momento con nosotros.


Al día siguiente, antes de emprender nuestro regreso, consultamos en comunicación a los Guías para que nos dieran una evaluación de lo realizado. Todos los mensajes fueron categóricos y exactos en sus afirmaciones: la tarea había sido cumplida. A continuación, adjunto el mensaje que pude recibir: Comunicación 9 de agosto del 2005 Lugar: Talampaya, La Rioja, Argentina Hora: 2:30 p.m. Antena: R. González Sí, con amor Antarel: Hermanos, grande ha sido el paso que han dado en representación de muchos al activar con la chispa divina que mora en vuestros corazones, el disco de poder de Ankar. Estuvimos protegiéndoles en todo momento. Ello ya lo comprobaron. También comprendieron que nuevas tareas les traerá a Talampaya como consecuencia de esta etapa que supieron afrontar y cerrar con creces. En un futuro próximo, Talampaya será el escenario de un importante encuentro internacional; aprovechando la energía del disco, y lo accesible del lugar, este punto se convertirá en un poderoso centro de irradiación que complementará la función de los encuentros al pie de Monte Shasta en Norteamérica. En el cono sur, Talampaya será uno de los lugares que enviará su amor y su luz a todo el mundo, con la suma del aporte humano, comprometido y sincero. Cada vez resta menos para que la Red del Tiempo se halle activa y lista para recibir el rayo sincronizador del Sol Central de la Galaxia, energía que empezará a entrar a la Tierra desde el mes de agosto del 2012 por las selvas del Paititi. En el 2006 estén atentos a Colombia y Venezuela para ir sellando el pendiente en Guatavita y Roraima. Tengan presente que cada activación de un disco supone una importante revelación o conocimiento que ya algunos de ustedes está recordando. Cuando todas las piezas sueltas sean unidas, sólo entonces verán al Plan Cósmico tal como es. Deben saber, que la luz rojiza que advirtió vuestro acompañante desde el vehículo, fuimos nosotros. El más que nadie necesitaba esa señal para comprender que detrás de nuestras manifestaciones se hallan seres de Dios que encuentran en el ser humano de la Tierra a su hermano menor. Vuestro amigo había quedado profundamente conmovido al verles trabajar en el Mogote. Ahora sabe y comprende quiénes somos y porqué estamos aquí. Asimismo, la línea luminosa que observaron estacionada sobre el cielo, describiendo un arco sobre ustedes, enlazó el Disco con una de nuestras naves, siendo esta fuerza la responsable de la preparación y protección de todo el lugar. Ello alejó las sombras y abrió el cielo estrellado para ustedes para que en él se vieran reflejados… Amor y luz en la Tierra. Antarel y Guías en Misión. “Confirmamos el trabajo en pirámides para noviembre en Chile. Cuiden esta salida. Sólo podrán participar aquellos que se prepararon en el conocimiento del tiempo y su mensaje interdimensional” Oxalc Debo resaltar que fruto de este maravilloso viaje a Talampaya se han recibido nuevas e importantes informaciones relativas a los discos de poder y algunos episodios de la historia extraterrestre de este lugar. Como por ejemplo, de que en el pasado, ya se habían activado los discos, pero ello no fue suficiente para mantenerlos despiertos. Aparentemente, no sólo hay que despertarlos, sino sostener su luz hasta que llegue la sincronicidad cósmica que los une definitivamente, evento que acorde a las profecías mayás, sucede cada 5.125 años, estando ahora próximos para una nueva oportunidad.


¿Qué fue lo que exactamente pasó en aquellos perdidos tiempos con los discos? Pienso que cuando la información esté madurada y ordenada podrá ser compartida para su análisis, ya que ayer recién llegamos de semejante vivencia.


Sólo he hecho un pequeño resumen a pedido de la gente amiga que me ha consultado por nuestro viaje. Sigamos trabajando juntos en este agosto simbólico, enlazándonos a la distancia con nuestros hermanos que están en las selvas de Paititi, Ciudad Blanca, y demás centros de luz de la Hermandad Blanca. Un abrazo a todos, Ricardo González

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